Un himno para reflexionar y actuar

HOLGUÍN.— El 15 de marzo último, el público asistente a la sala de conciertos Dolores, en la ciudad de Santiago de Cuba, presenció al estreno de una obra que trascendía su elemental valor musical.

El Himno en Revolución, que posee la letra íntegra del magistral concepto esbozado por Fidel aquel primero de mayo multitudinario en la plaza de la capital, fue, además, cantado por el Coro Madrigalista con acompañamiento de la Orquesta Sinfónica de Oriente.

Los detalles de aquella emocionante gala artística en homenaje al líder histórico presentada bajo el título Por eso yo Soy Fidel, fueron divulgados ese día por varios espacios noticiosos de la prensa local y nacional.

El primero de mayo de este año volvió a escucharse en un espacio mucho más multitudinario, cuando encabezó el desfile de los trabajadores santiagueros por la Plaza Antonio Maceo.

Pero según confiesa a JR el compositor de la melodía, el trovador holguinero Orlando Silverio, desde entonces en su teléfono «no ha parado de llover.

«Es algo ciertamente compresible, pero no deja de alborotarme el corazón el hecho de que tantas agrupaciones musicales, bandas rítmicas o agrupaciones corales infantiles de tantas partes del país, me soliciten la partitura con tal frecuencia que sobrepasa mis modestas posibilidades. El objetivo es poder incorporarlas a sus presentaciones cotidianas y deseo corresponderles», refiere el compositor.

«Todo comenzó el 29 de noviembre pasado, cuando a eso de las nueve de la mañana, el santiaguero Ariel Lardoeyt Perera, director del grupo de creación artística MILART Producciones, llamó a mi casa para solicitarme, nada menos, que pusiera música al Concepto de Revolución del Comandante en Jefe», rememora Silverio.

La sugerencia se hallaba respaldada por la reconocida labor creativa del cantor, que durante los últimos años ha puesto música a poemas de los más diversos autores cubanos y extranjeros, entre estos, los textos poéticos de cada uno de los Cinco Héroes a lo largo de la ardua lucha para conseguir que regresaran a la patria.

«Cualquiera se hubiera estremecido, porque se trata de un texto en prosa, pensamientos políticos, ideológicos, al calor de un discurso público, que no fueron expresados precisamente con ánimo de trasmitir música. No era sencillo. ¿Qué opinaría Fidel?, me pregunté pasmado», asegura.

«Solo sé que, asombrosamente, al filo de las once de ese mismo día, luego de apenas dos horas, llamé a Ariel en Santiago y se la tarareé por el teléfono.

«Ahora pienso que, al igual que muchos cubanos, yo ya me sabía de memoria ese concepto. Se trataba de la prosa común de Fidel-explica-, pero, a la misma vez, la sentía como una prosa poética, con un ritmo cadencioso en cada una de sus estrofas que lo facilitaba. De tal suerte, era como un himno, y así quedó estructurado en cinco párrafos cantables con una atmosfera homogénea de todo su cuerpo melódico».

Como la manera más inmediata de corresponder a tantos pedidos, Orlando Silverio decidió entonces contactar a nuestro diario, para que se valorase la oportunidad de publicar la melodía deletreada y su cifrado armónico.

«Lo considero, también, una modesta contribución al perenne homenaje que se le rinde a nuestro Fidel, y a sabiendas de que su concepto de Revolución trasciende culturas, ideologías, pues contiene principios universales. Pero sobre todas la cosas, para que las nuevas generaciones lo sigan interiorizando».