La Orquesta Faílde, en la gala inaugural del pasado miércoles, tuvo como invitado especial al pianista Alejandro Falcón. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 06:29 pm
Matanzas.— Interesados por un género esencial en la sonoridad nacional, los organizadores del Encuentro Internacional Danzonero Miguel Faílde in memóriam desean que cada edición reúna a los jóvenes cultores y bailadores del género.
Ello se percibe desde el pasado miércoles en la Atenas de Cuba, y es una premisa que mantendrán hasta este domingo cuando quede cerrado el evento con una intensa jornada en la que se podrán conocer los premiados en el Concurso de Composición y el de Baile; se disfrutará del estreno mundial de Danzón imaginario, pieza de José María Vitier, que interpretará la Sinfónica de Matanzas en la Sala White; y se culmine con un gran bailable en el Centro Cultural Bahía.
Ethiel Failde, presidente del Encuentro, aseguró a Juventud Rebelde que este es un «espacio diseñado para los intérpretes y bailadores amantes de este género, cuyas obras, investigaciones e interpretaciones, por su calidad y factura, pasan a nutrir el acervo universal del género, tanto desde una perspectiva tradicional, como desde un hacer contemporáneo y revitalizador».
Ethiel Faílde aseguró que el Encuentro Internacional Danzonero es un espacio diseñado para los intérpretes y bailadores amantes de este género. Foto: Roberto Ruiz
—Teniendo en cuenta que en la Isla el danzón se considera el baile nacional y hay varios certámenes que lo tienen como protagonista, ¿cuáles son los objetivos del Miguel Faílde in memóriam, y qué lo desmarca de sus similares?
—En primer lugar, tenemos como objetivo lo que enuncia su propio nombre, hallar un espacio para que compositores, agrupaciones de diferentes formatos, y de disímiles generaciones de amantes del danzón, así como bailadores, encuentren un camino de unidad en el cual se proyecte el futuro del género. De otra forma la revitalización que conlleva la recontextualización del género perdería autenticidad.
«Como bien dijera Martí, deben unirse los pinos nuevos a los viejos, si se quiere mantener la identidad de la nación y sostener, más allá de la contemporaneidad, las esencias, analizadas estas como la presencia perenne del legado más genuino del pasado en el lenguaje mejor facturado del presente. Tiene además este encuentro, sin localismo chovinista, la búsqueda de las verdades actuales del género en la ciudad que le dio vida, para envolver el evento del misticismo y la poesía que inspirara a Failde a escribir Las Alturas de Simpson, barrio catalogado por Federico Villoch como el Monte Sacro de Matanzas. Es que ese era el lugar donde vivían y actualmente residen las más renombradas y bellas diosas del “Olimpo Yumurino”, santificado antiguamente por la permanencia en él de la dulce Fela, la inmortal musa del infortunado poeta Plácido».
—Se habla de que la creatividad en el danzón se ha quedado estancada en las primeras décadas de existencia del género, ¿por qué se tiene ese criterio? ¿Existe un interés de los compositores jóvenes y consagrados de continuar engrandeciendo ese estilo musical?
—No creo realmente que la creatividad en el danzón se quedara estancada. El género, como todos los de la música popular, por razones de carácter histórico y social, sufre las necesarias influencias e interacciones de otros estilos. Así fue cuando se le adicionó el montuno del son por José Urfé, o cuando Aniceto Díaz le introdujo un texto. El proceso de fusión es inevitable y cada generación dio a Cuba su visión del danzón, de acuerdo con el contexto que le tocó vivir. Cabría analizar cómo la generación de los años 80 del pasado siglo, tan cercana a la trova y luego a la novísima trova, retroalimentó al danzón cantado con una visión diferente, con armonías totalmente contemporáneas; o cómo en la actualidad el jazz tiene una referencia en el género completamente distinta a aquella de la jazz band de la década de 1940, del también matancero Dámaso Pérez-Prado.
«En el Encuentro nos proponemos justamente demostrar que tanto los consagrados como los menos consagrados con igual interés cultivan el género, dando sus aportes generacionales desde su propio enfoque profesional. Ese es el caso de mi orquesta, la Faílde, que no es una típica, ni una charanga. Es una agrupación con la sonoridad de hoy, que busca desde la actualidad, su forma de decir y hacer, la música antológica cubana. Siempre lo hacemos con respeto, dignidad, pero con el sello de la época que nos ha tocado vivir, tal como lo hiciera Miguel Faílde en su momento».
—¿Podríamos decir entonces que la intención de este espacio es reunir también a los jóvenes alrededor de un género imprescindible en el pentagrama nacional?
—Realmente está pensado para los más nuevos. Creemos en la continuidad del género, a partir de este legado que debemos entregar a la juventud, y que lo haga suyo recontextualizado. Queremos que se presenten aquí esos músicos noveles que hoy cultivan el danzón en la Isla. Y digo más, deseamos que estén quienes interpretan el género en todos los formatos y desde todas las visiones para que muestren lo que están haciendo.
«Ayer, por ejemplo, tuvimos al pianista Jorge Luis Pacheco, reconocido en el jazz. Él nos ofreció un concierto relacionado con el danzón. También disfrutamos de las actuaciones de lujo del matancero José Antonio González, y la de la Atenas Brass Ensemble.
«Debo señalar que la Faílde de alguna manera —y lo digo sin aires de autosuficiencia—, ha marcado a otras agrupaciones como la Orquesta Danzonera de Las Tunas, aunque su directora, Ana Irma Pérez Perelló, me ha comentado sus inquietudes estéticas. Esta joven agrupación está defendiendo el estilo desde el oriente del país y también comparte estos días con nosotros.
«Igualmente hemos influenciado a grupos ya establecidos como Acierto Juvenil, emblemático de Matanzas. En el mismo notamos cómo ya no tocan de un modo pausado. Y sí, te confieso que a la Faílde le criticaban que tocaba un poco apresurado, pero ayer cuando Acierto Juvenil actuó, lo hacía al tiempo de la Faílde y los danzoneros bailaron con esa cadencia. Eso me demuestra que los bailadores se han dado cuenta de que era necesaria una asimilación de lo que realmente es menester actualizar en el género.
«De ello igualmente pudimos percatarnos en la conferencia de prensa inicial, cuando la Asociación Amigos del Danzón demostró que ha abierto su mirada a esa manera que tienen los jóvenes de asumir el estilo, desde su creatividad, desde la contemporaneidad».
—¿Por qué no nos detallas algunos de los proyectos más inmediatos de tu orquesta?
—Primeramente destaco que la Asociación Hermanos Saíz ha sido fundamental en la vida profesional de la Orquesta Faílde, desde que surgimos el 14 de abril de 2012 hasta la actualidad. Precisamente hoy (sábado) en la mañana, como parte del evento, presentamos nuestro primer disco, titulado Llegó la Faílde, el cual salió por la disquera Egrem y contó con la producción musical del maestro Joaquín Betancourt.
«El fonograma contiene, además de las 12 canciones, un making off del proceso de grabación. Todo el volumen es resultado de la beca de creación El reino de este mundo, de la AHS. Estamos preparando ya el primer videoclip, que estará dirigido por el realizador Joseph Ros.
«En el Encuentro Internacional Danzonero tenemos dos actuaciones. La primera la pudieron ver en la gala de inauguración en el Parque La Libertad, que fue televisada en vivo el pasado miércoles, a través del canal Cubavisión. También repetiremos la experiencia esta noche, en el Centro Cultural Bahía.
«En esos momentos estamos realizando una gira por los municipios de nuestra tierra natal, y nos presentamos habitualmente en varios escenarios de la ciudad de Matanzas».