Jóvenes interactúan con la obra The Eden Experiment ll, del artista Nikolaus Gansterer, en el Centro de Arte Contemporáneo Wilfredo Lam. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 06:12 pm
Performance La perla negra, del artista Nikhil Chopra, cerca de la Plaza de Armas.
Dueña de calles, plazas, instituciones y hasta del más insólito rincón capitalino, la 12 edición de la Bienal de La Habana llegó en buena parte con ganas de quedarse. Si bien tendremos que decirle adiós a muchas de sus obras una vez que concluya el evento, otras permanecerán en las comunidades como muestra indiscutible de la impronta dejada por sus participantes.
El arte ha invadido casi todos los espacios de la ciudad. En la fachada de la Casa Editora Abril se muestra la obra Harmonious Havana, del artista Han Sungpil.
Esta bienal que mira al arte y lo piensa, como la definió Jorge Fernández, su director, ha explorado con fuerza en el tejido urbano y dejará abierto el debate en torno a cuestiones medulares de la realidad cubana. Hasta el día 22 se estará a tiempo de ver de cerca cada una de las acciones desplegadas por el malecón habanero, la fortaleza Morro-Cabaña, el parque Trillo, la comunidad Casablanca, el Pabellón Cuba, la termoeléctrica Tallapiedra… El público se ha convertido en su principal protagonista.