Una frase bien cubana sirve de pretexto para que el grupo Timbalaye nos adentre en el gran universo del folclor afrocubano de la mano de la rumba, algo que se constata en su ópera prima Se partió el bate, que la Egrem presentó este martes en el Pabellón Cuba.
Desde las tres variantes de la rumba (guaguancó, columbia y yambú), hasta la fusión de ellas con la conga, la timba y el reguetón se disfrutan en Se partió el bate, disco que mereció el Premio Cubadisco 2014 en el apartado de música folclórica.
Una cadencia melódica contagiosa se percibe en este volumen, que tuvo como productor musical a Francisco Oropesa. Entre los 14 sencillos sobresalen Matanzas y sus Muñequitos —donde se rinde homenaje a esa legendaria agrupación—, Somos, La disputa y el tema que da título al álbum, entre otros.
Fundado hace casi una década e integrado en su mayoría por jóvenes cultores de la rumba, Timbalaye es liderado por Nelson López Carrillo y cuenta con 16 personas en la escena, entre bailarines, instrumentistas y cantantes. Seguidores y amantes del género pueden apreciar estos y otros temas, cada jueves en la noche en el Salón Rosado de La Tropical, como parte de las actividades del verano. También mantienen un encuentro con el público los domingos, en el Patio Areíto de la Egrem.