El Joven Rebelde, primer sello emitido por el Gobierno revolucionario. Desde niños, las cartas siempre nos han despertado un sentimiento de alegría y curiosidad. Ellas recorren grandes distancias gracias a un mensajero del arte y la cultura universales: el sello.
El servicio postal se revolucionó a todo lo largo y ancho de la Tierra con la aparición en Gran Bretaña, el 6 de mayo de 1840, del primer sello, conocido como el Penique Negro. Entre su amplia colección, el Museo Postal Cubano José Luis Guerra Aguiar atesora esta famosa estampilla.
Este es un museo que crece constantemente porque se nutre con piezas de nueva adquisición, de donaciones y de los sellos de correos recibidos a través de la Unión Postal Universal, organización a la que está integrada Cuba.
Inaugurado el 2 de enero de 1965, luego de varios intentos de crear un Museo Postal en Cuba, y situado en la planta baja del Ministerio de Informática y Comunicaciones, este museo cuenta con tres salas expositivas y un incremento sistemático de las colecciones, que lo ha llevado a convertirse en uno de los más amplios y completos del mundo.
La sala principal muestra piezas originales que marcan períodos históricos del correo universal y las pautas más significativas del correo cubano en sus diferentes etapas.
A través de 525 paneles puede observarse la filatelia universal, donde aparecen los sellos de un considerable número de países, incluyendo una valiosa colección de la revolución cultural china.
El visitante puede ver medios antiguos de escritura, entre ellos unas tablas de barro en escritura cuneiforme propia de los pueblos de Asiria y Mesopotamia, los restos de un antiguo papiro egipcio y unas tablillas de madera recubiertas de cera sobre la cual se escribían mensajes.
De la colonia cubana se conserva el libro del primer administrador de correos, José Antonio de Armona y Murga, que data de 1765. A su vez se aprecia un mapa gigante de 150 años, con las rutas marítimas postales de aquel entonces.
Además, se guardan los cuños personales de Antonio Maceo y Máximo Gómez y el cancelador que se utilizaba para anular los sellos que franqueaban las cartas con los timbres emitidos por el singular servicio de correo insurrecto. Del período de la intervención norteamericana se conservan las cubiertas postales con propagandas impresas en Estados Unidos, utilizadas en los planes de penetración.
Según la licenciada Odalis López, subdirectora de la institución, esta dispone de un exponente que ha trascendido con valor indiscutible: la primera estampilla en el mundo en la temática de cosmos.
«Con motivo del experimento del cohete postal, realizado en Cuba el 15 de octubre de 1939 para lograr una mayor rapidez en el envío de la correspondencia, se sobrecargó un sello de correo aéreo, con valor facial de diez centavos, con la siguiente leyenda: Experimento del Cohete Postal. Año 1939».
Piezas espaciales de la época revolucionaria también son expuestas, entre ellas la hoja completa de la primera emisión de sellos circulada en nuestro país en 1959, el sobre de primer día, además del matasello utilizado en la cancelación especial realizada en el cosmos por Arnaldo Tamayo Méndez y Yuri Romanenko, recuerdo del primer viaje espacial de un latinoamericano.
Otros objetos visibles son el troquel, el rodillo de transferencia y planchas utilizadas para la confección del primer sello emitido por el gobierno revolucionario, el Joven Rebelde, puesto en circulación el 28 de enero de 1959.
En 1985, al cumplirse el aniversario XX de la institución se inauguró la sala Cuba, que posee 300 paneles con una especializada colección, distinguiéndose la primera cubierta con la marca postal HAVANO de 1760.
La exposición muestra la filatelia desde la primera emisión de sellos, circulada el 24 de abril de 1855, razón por la que se considera esta fecha como el Día del Sello en Cuba.
La sala transitoria reserva mensualmente un panel para exponer valiosas piezas sobre acontecimientos relevantes de la historia postal y filatélica y es también el espacio propicio para muestras personales de coleccionistas principiantes o consagrados.
«El Museo Postal ofrece visitas programadas, consultas técnicas, así como venta de sellos y accesorios filatélicos en una tienda especializada», refirió la museóloga Marta Macías Pérez.
De igual manera se puede acceder a la biblioteca Vicente Mora Pera, única de su tipo en el país, que cuenta con numerosos libros, catálogos de sellos y de exposiciones filatélicas nacionales y extranjeras, para aumentar el conocimiento sobre los estudios realizados por los especialistas del centro.
Convocatoria a un viaje singular
Con motivo de la Jornada de la Cosmonáutica el museo convoca al concurso Cohete Postal Cubano. Podrán participar niños, jóvenes y adultos en los géneros de poesía, décima, cuento, dibujo e investigación. El plazo de admisión vence el 30 de agosto de 2009 y deberán enviar los trabajos a: Museo Postal Cubano José Luis Guerra Aguiar, Ave. Independencia y 19 de Mayo, Plaza de la Revolución, Ciudad de La Habana, Habana 6, CP 10600.