Manuel García Verdecia (Holguín, 1953)
es profesor, escritor, traductor y editor.
Ha publicado títulos como La consagración
de los contextos, Hebras y Música de viento. En 2007 obtuvo el Premio José Soler
Puig de novela por El día de La Cruz,
así como el Premio Julián del Casal por
Hombre de la honda y de la piedra,
al cual pertenecen estos poemas.
Del grito¡aaah! nunca sabremos luchar contra ese grito que resuena
dentro de nosotros mismos
¿qué es ese grito acaso el fragor del desconsuelo?
¿es el ruido de afanes que se quiebran
huesos que se rajan leña de vida que se quema?
¿es nuestro ser que ya no puede más y estalla?
o ¿viene de los otros suma de los desatinos las pesadillas los espantos
río que pasa por nuestro pecho con el rumor de tanta sangre vilipendiada?
el destino muele sueños ansias deseos
fabrica este estruendo que no nos deja mirar en paz la mañana o palpar la tersura del aire
el grito es un intento de ordenar la vida un temblor de sentido que quiere hallar su sitio
la existencia es un mulo que ya no puede con su carga la suelta o revienta
entonces grita
todo desencadena en un grito
el trueno del big bang el afán de la parturienta la extrañeza del recién nacido el arrepentimiento del condenado la conciencia del verdugo la fatiga del moribundo la quiebra del abatido el resuello del que no le queda vida y el vacío del que no halla la muerte
¿acaso este suceder de miserias y renuncias esta codiciosa acumulación de horas días meses vegetales este constante reemplazo entre el clamor que estalla y el afán que se junta y se atraganta puede entenderse sin el alivio de esa agua desgarrada?
no podemos acallar el reclamo de nuestras ansias las protestas de nuestras penas el quejido de
nuestra indefensión
el grito es un himno monocorde y desafinado
pero indicio de que aún manda la vida
seña desesperada que envía la esperanza
el grito es un conjuro para redimirnos del espanto
Versos de Ceslaw Miloszmirar al sufrimiento
mirar de frente al sufrimiento
Amos Oz
venga sentémonos mirémonos a los ojos
toda la vida te has propuesto amedrentarme
me has seguido infiltrado entre yo y mi sombra
siempre filo inminente garra lista a despedazarme por cualquier motivo
has tratado con dolores del cuerpo
has ensayado con rabias del alma
incluso has extendido tus golpes a quienes quiero
en mis temores te he evadido
y en mi decencia he tratado de ignorarte
en mis iras me he impuesto asfixiarte con otros dolores
pero sigues como un duro herrero que incesante golpea su fragua
y también siguen los días
con ellos yo
así que es hora de mirarnos de frente
¿sabes?
no te temo no me apenas no me quejo
sigue conmigo si es tu deseo
en fin tus golpes endurecen mi piel
y en tu larga insistencia en tu fiera presencia
va la memoria de mi entera vocación
venga mirémonos de frente
serenos como viejos amantes