El grupo cienfueguero Ecos no deja en el olvido la música de la Década Prodigiosa.
CIENFUEGOS.— Sin que quien escriba sea fervoroso partidario de todas las aguas del molino salidas de la llamada Década Prodigiosa, sí le es dable entender la suerte de revival que experimenta en algunas capas del público.No más prender el televisor y ver y escuchar las letras o expresiones simiescas de algunos de los flageladores del reguetón, le induce a establecer, médium mediante, comunicación mental con H. G. Wells e irse en su artefacto dominador del tiempo a años atrás, a la época en que en las canciones se decía: «Globos rojos te compraré, eres solo una niña», y no barbaridades en la que la conocida Caperucita, protagoniza y es partícipe de canciones banales.
Y mucha gente, con la que conversamos a diario, piensa igual. Por ello, grupos como el cienfueguero Ecos consiguen, al paso de los años, niveles de recepción incluso dentro de una franja de público joven, que en la época de su surgimiento —2001— no le eran dispensados, considera su productor Guido de Jesús Fuentes.
De Jesús dice que «si bien el público natural y predominante continúa siendo el que transita entre los 35 y 60 años, les llama la atención como se suman al corrillo de fans nuevos muchachos; no solo en Cienfuegos, sino además en Matanzas, Villa Clara y Trinidad, plazas donde también se presentan con frecuencia».
Guido asegura que ni lo hubieran pensado cuando, cinco años atrás, Ecos se articuló —al calor de una idea lucubrada en una fiesta familiar— en grupo aficionado de ex músicos del clan sesentiano, el cual posteriormente se incorporaría a Cultura Comunitaria, y luego, para 2002, pasaría al catálogo profesional del Centro Provincial de la Música.
Ecos, banda diseñada con el típico formato de las de los 60 —tres guitarras, teclado, batería, dos vocalistas— y similar base melódica, tiene su plato fuerte en los años 60 y 70, aunque realiza también un trabajo en desarrollo con materiales musicales de la década de los 80, y algo del 50.
«Ya hay cosas de Elvis Presley y de Los Platters, y ahora comenzamos con la obra de Paul Anka, gente que tuvo una influencia que llega hasta nuestros días y los cubanos llevamos en el corazón», afirma Guido.
Pese a que en el repertorio de la agrupación existe clara preeminencia de los números cantados en español, también incluyen algunos temas en idioma inglés y varios instrumentales, estos últimos sobre todo a la mano del guitarrista Edelfidio (Coqui) Milián, incorporado a Ecos para su bien hace alrededor de un año, subraya Fuentes.
El productor de la banda cienfueguera revela que «pensamos hacer en lo adelante algo del Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, lo cual obviamente conllevará un poco más de cuidado y elaboración. Devendrá un reto, pero vale la pena».
Cerca de 90 números componen el repertorio del colectivo artístico; no obstante en su hora y media habitual de presentación asumen de manera general unas 25 piezas, indica Fuentes, quien agrega que los números más gustados por el público son Cuéntame, Globos rojos y Obladí-Obladá.
Aunque desde su época de aficionados, Ecos contó con una peña fija cuyo itinerario discurrió por disímiles locales, hoy no es el caso, y a su caza andan, asegura el productor.
Destaca el gesto altruista de la banda de realizar actividades gratuitas para la Salud, cuyos dividendos donan a la sala de Oncología del Hospital Pediátrico y al Asilo de Ancianos, fundamentalmente. Por eso Fuentes, fiel a la década que a muchos marcó por su impacto musical y custodio de que no se olvide, pondera también la baza sacada a juego por Ecos últimamente: «la entrada de Rafael Andry Aguilar, un excelente vocalista proveniente del coro profesional Cantores de Cienfuegos, quien nos reforzará nuestra personalidad sonora».