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Nuevos libros, nuevos aprendizajes

Textos actualizados y de reciente impresión han llegado a los centros escolares del país con una visualidad más atractiva para los niños y jóvenes de hoy, gracias al 3er. Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación

Autor:

Margarita Barrios

«Un libro de texto debe ser visualmente atractivo y eso va más allá de la estética. Se lee mejor, se recuerdan mejor los conocimientos. Mi generación estudió con los textos anteriores y había muchas cosas desactualizadas, sobre todo, desde la visualidad que más les gusta a los niños y jóvenes de hoy.

«Es una gran oportunidad poder colaborar para mejorar esos textos. Es una experiencia muy bonita y útil. Sé que quienes ahora se acerquen a estos libros lo harán con gusto, y estamos ayudando a los alumnos y también a sus maestros porque resultan un apoyo para sus clases».

Así expresó a Juventud Rebelde Naomi Casellas González, estudiante de 4to. año de la Licenciatura en Diseño de Comunicación Visual, quien forma parte de los alumnos que participan en la elaboración de los libros, cuadernos de trabajo y otros materiales del 3er. Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación.

«Este trabajo nos permite también ganar en conocimientos para nuestra futura profesión. En 2do. año de la carrera estudiamos la asignatura Diseño Editorial y adquirimos algunos conocimientos, pero la práctica es fundamental», argumentó.

Camila Noa Clavero es licenciada en Diseño de la Comunicación Visual. Llegó como estudiante a la editorial Pueblo y Educación para apoyar en el proyecto de edición de los nuevos libros escolares, le gustó ese trabajo y ahora, ya graduada, es diseñadora-editora.

«Me enamoré de este trabajo, además del ambiente del centro, y de la ayuda y camaradería entre todos. Decidí quedarme y estoy haciendo mi servicio social aquí. Se siente mucha emoción y alta responsabilidad porque estamos hablando de un proyecto que se ha realizado pocas veces en nuestro país.

«Se trata de renovar todos los libros de los diferentes niveles de Educación, algo muy necesario. Uno les tiene apego porque fueron los textos por los que una vez estudió, y quieres vivir el proceso de transformación en primera persona. La relación con los autores, con los alumnos cuando salieron los primeros libros, la reacción de los niños, siempre te invita a continuar», destacó.

—Desde tu visión de profesional del diseño, ¿cómo valoras los resultados?

—Creo que se ha logrado mucho sobre visualidad. Las fotos a color y las ilustraciones se adaptan a los niños de hoy. Los personajes que aparecen en los libros de Primaria, luego están en los de Secundaria pero más grandecitos, crecen junto al estudiante. Es muy bonito, los alumnos se identifican con esto.

«Los libros se pueden separar por asignaturas, por colores, por texturas, por personajes; pero también se pueden agrupar por niveles de Educación. Es un estilo pautado de Primaria, uno de Secundaria, o sea, que no se rompe esa cadena y  entonces el libro evoluciona parejo con el estudiante».

—Ahora que todo es digital, ¿piensas que el libro impreso sigue siendo imprescindible

—Estoy segura de que sí. El libro físico no puede desaparecer y, sobre todo, en un país como el nuestro, con dificultades tecnológicas, energéticas… Creo que para el estudio individual es fundamental que cada alumno tenga su libro, que lo acompañe, que lo pueda leer una y otra vez.

«Algunos son textos más pesados, pero la mayoría son libros pequeños, no pesan mucho, tienen el mismo tamaño, son accesibles. Pienso en el niño en su casa, haciendo la tarea con ese texto… Estará siempre más acompañado que con algo digital en su teléfono», subrayó.

Ha sido fundamental el aprendizaje que han logrado los jóvenes en su vínculo universidad-editorial. Fotos: Roberto Suárez

Por 11 años Mavis Valdés Pompa ha trabajado en la editorial Pueblo y Educación. Ella es licenciada en Comunicación Social y en su trabajo como editora ha crecido «en el día a día», asegura. «Acabo de terminar el libro de Ciencias Naturales de 6to. grado y ahora estoy trabajando en el cuaderno que acompaña el texto. Es un trabajo difícil, hay que hacerlo con mucho cuidado, al tratar las láminas sobre todo.

«Es una asignatura que no manejo con facilidad, no era de mis preferidas en mis tiempos de estudiante», afirma con una sonrisa. «Ahora he refrescado muchos conocimientos, ya edité El mundo en que vivimos correspondiente a 3er. y 4to. grados. Mi hija está ahora en ese grado y yo soy la editora del libro; eso es para mí un orgullo», agregó.

—¿Qué te ha comentado tu hija del texto?

—Está encantada con el libro. Con ese y con todos los nuevos que ha recibido. La calidad hace que los alumnos se interesen más por los estudios.

Editorial vs. Universidad

Desde 2014 comenzaron a llegar los libros a la Editorial. Se han ido trabajando primero para el experimento, y luego por grupos de años y grados. Ahora se labora en el tercer grupo, que incluye 3ro. y 6to. en la Enseñanza Primaria; 9no., de Secundaria Básica, y 12mo. de Preuniversitario.

«En total, son cerca de 500 libros. Esta entrega incluye 144 títulos y tenemos terminados 43. México nos está brindando su ayuda solidaria en la poligrafía y el compromiso es terminar la entrega en marzo del próximo año, a más tardar en junio», explicó la máster Yaneys López Argüelles, especialista principal de la Dirección de Gestión Editorial de Pueblo y Educación.

Añade que, además, están los cuadernos de trabajo, laminarios para los años de la primera infancia, así como programas y orientaciones metodológicas que son para los maestros. De todo ello nos hemos encargado nosotros, prosigue la especialista, quien refiere que «cada edición lleva luego un proceso de consulta y revisión con los autores antes de pasar al diseño. Es un camino complejo, de mucha responsabilidad, pero está quedando bien y así seguirá», afirmó.

Es constante el seguimiento que se da a la confección de los libros. Fotos: Roberto Suárez

—¿Cómo valora la editorial la presencia de los estudiantes?

—Por una parte nos ha permitido agilizar los procesos, ya que han sido varios grupos los que han pasado por aquí. Además, hemos aprendido de ellos, pues ahora todo es digital y para muchos de nosotros ha sido una experiencia
nueva. Los muchachos nos han ayudado mucho en darles una nueva visualidad a los libros, que las imágenes tengan la calidad requerida, que estén contextualizadas y sean actuales.

«Hemos concretado muy bien ese binomio empresa-universidad, el cual se ha podido lograr durante estos años. Los estudiantes tienen un alto sentido de pertenencia. Se ha concebido muy bien la experiencia.  Eso nos hacía falta porque estamos trabajando fundamentalmente para niños y jóvenes.

«Todo no es perfecto; hubo aspectos que fue preciso rectificar de los libros del primer y segundo grupo, que marcaron el principio del proyecto, como las tipografías y la colocación de las imágenes, pero el resultado final nos parece muy bueno y nuestro principal anhelo se está cumpliendo: que los estudiantes tengan los libros en las escuelas», destacó.

Viaje a la raíz

Los libros de texto, cuadernos de trabajo y otros materiales forman parte de un proyecto mayor: el 3er. Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación, cuyo objetivo es elevar la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje a partir de basamentos científicos.

«Era preciso actualizar contenidos. Distinguir aquellos que se repetían de un grado a otro, quitar lo que ya no era tan necesario para colocar lo imprescindible. Y con ello crear una coherencia que fuera desde los primeros grados hasta los últimos, en todas las asignaturas», explicó Ibis Juanes Caballero, jefa del proyecto de seguimiento y evaluación del 3er. Perfeccionamiento en el Instituto Central de Ciencias Pedagógicas (ICCP).

«Para ello resultó necesario realizar consultas a muchos especialistas. Fueron largas jornadas de trabajo y discusiones, a veces algo complejas, pues puede que un biólogo o un matemático defienda un tema que finalmente se decide que no es necesario. Y, en especial, desentrañar aquellos que transversalizan todos los saberes, que son los formativos.

«Contábamos con el personal del ICCP, incluso algunos que habían participado en los perfeccionamientos anteriores, que estaban entrenados en la elaboración de programas de estudios. Fue un proceso de años, que comenzó con una investigación, luego el experimento en un grupo de centros escolares para finalmente comenzar la generalización del proyecto que ya hoy se encuentra en el 3er. y último grupo de grados.

«Quiero resaltar que fueron también muchos los docentes y directivos, maestros de base, que acompañaron este empeño y que algunos de ellos son hoy autores de los textos, y sus opiniones y experiencias fueron fundamentales para elaborarlos», destacó.

Entre esos profesores de base se encuentra la máster Marta Pinillos Pantiga, quien imparte la asignatura Idioma Inglés en el instituto preuniversitario Presidente Allende, del municipio capitalino de Boyeros. «Los nuevos textos de inglés tienen un buen diseño, están muy acordes con las necesidades de estos tiempos.

«Tratamos de que se correspondieran con los intereses muy diversos que puede tener un estudiante que está en La Habana y otro que reside en una zona rural. Era preciso que todos se sintieran representados y que el libro permitiera al maestro tener en cuenta el contexto.

«¿Qué más le puedo decir? Soy parte del colectivo de autores y me siento honrada con ello. Además, cuando mis estudiantes saben que formo parte de quienes hicieron el texto también se sienten orgullosos de su profe; es algo difícil de describir».

La profesora Marta imparte ahora 10mo. grado y está probando el uso de los nuevos materiales con sus alumnos. «El cuaderno de trabajo les gusta, tiene muchas figuras que los ayudan a comprender. Quizá no están todas las que hubiéramos querido, pero sobre todo nos permite, a partir de ahí,  inducirlos a investigar, a buscar… Es un buen complemento para la clase», apuntó.

La teniente coronel y máster Ilien Pérez González es profesora de Informática en el instituto preuniversitario vocacional Hermanos Martínez Tamayo, del Ministerio del Interior (Minint). Ella formó parte del colectivo de autores que elaboraron los libros de esa asignatura y asegura que el nuevo programa de Informática que se imparte en las escuelas desde la primera infancia hasta el preuniversitario es coherente y muy ajustado a los tiempos actuales.

«Podemos decir que los cambios son grandes. Tratamos de que sea una asignatura abierta, que potencie la  adaptación a los nuevos cambios tecnológicos y los que vendrán. Desde la primera infancia les damos herramientas ofimáticas de programación y luego se van profundizando los contenidos en la medida en que avanzan los grados y los niveles de Educación.

«En preuniversitario todo lo hacemos a partir de software libre por la migración que realizamos a un status de soberanía tecnológica. Les damos recursos para que puedan conducirse en las redes sociales y sobre todo hacemos énfasis en la necesaria ética y la seguridad con la que se debe trabajar en ellas. Aunque nuestros alumnos son todos nativos digitales, buscamos formar a un ciudadano que conozca el mundo digital y  lo haga adecuadamente», resaltó.

Perfeccionamiento es más que un libro

Para la Doctora Silvia Navarro Quintero, directora del ICCP, el 3er. Perfeccionamiento es un programa bien estructurado y que ofrece al maestro las herramientas que necesita para dar una buena clase, para organizar la escuela de una manera diferente.

—Pero la falta de recursos que hoy tenemos impacta negativamente …

—Las dificultades del país marcan cualquier intento de desarrollo. Sin embargo, dar una buena clase, apoyados en todos los recursos que les estamos entregando a las escuelas en cuanto a trabajo metodológico, programas de las asignaturas y libros de texto, depende más de lo subjetivo que de lo objetivo.

Los nuevos textos distinguen por su belleza y colorido. Fotos: Roberto Suárez

«Mucho se ha dicho que la escuela se convierta en centro cultural y sea el lugar más importante de la comunidad, pero para que esto se concrete es preciso el apoyo de todos. Que la familia, los dirigentes de los municipios, los directivos de las escuelas, todos, interioricen esto con iniciativas, y utilizando el talento que tenemos en los barrios utilicen parte de su tiempo en apoyar a la escuela, al maestro», destacó.

—¿Qué opinión le merecen los libros de texto?

—Están muy bien diseñados desde el punto de vista estético. Son llamativos, bonitos. Pero también poseen herramientas muy útiles para el estudiante, los llamados sobre un tema, los ejercicios y, sobre todo, tienen un mensaje orientado siempre a motivar que el estudiante busque, investigue, se interese por las diversas temáticas, y así incentivar desde temprano el afán de aprender.

«Los libros y todas las herramientas que brinda el Perfeccionamiento son un paso importante para la actualización, para que la escuela se organice de otra manera. Con estos nuevos métodos de trabajo, las aspiraciones de cómo debe ser una escuela cambian.

«Nuestros maestros tienen una formación básica y con todos los textos que ponemos ahora en sus manos podemos conducirlos a que eleven el nivel de sus clases. Más allá del currículo base está el currículo institucional, que permite modificar la organización del centro educativo.

«Desde el inicio del Perfeccionamiento hemos tenido el acompañamiento de la dirección del país. A pesar de los problemas económicos que presentamos, contamos con una voluntad política de superar esos problemas y seguir adelante, porque se conoce la importancia que tiene la formación de las nuevas generaciones. Y seguiremos en este empeño, dirigiendo, revisando, aconsejando. Hay escuelas que avanzan más que otras, pero el camino está trazado», subrayó.

 

 

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