El Presidente cubano dialogó en Artemisa con trabajadores del hospital Ciro Redondo. Autor: Estudios Revolución Publicado: 13/11/2024 | 09:20 pm
Aida Calderín tiene más de 80 años y ha visto muchos ciclones pasar en su vida. El del miércoles 6 de noviembre —Rafael— le llevó dos tejas de fibrocemento del techo. Sus vecinos, antes de que la recuperación de Artemisa comenzara a tomar forma, le salvaron el tejado.
Hasta su sencilla casa llegó, siete días después, el presidente del Consejo de Defensa Nacional, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien por tercera vez desde el paso del evento meteorológico recorrió la provincia de Artemisa, la más golpeada por los fuertes vientos del huracán.
Fue hasta allí de la mano de Dinorah Acosta Fernández, delegada de la circunscripción 7, en el Reparto Nuevo, valerosa mujer que le explicó lo que han estado haciendo los vecinos, junto a fuerzas de varios organismos de la Administración del Estado para levantarse de los destrozos dejados por Rafael.
Díaz-Canel les explicó a los artemiseños que está llegando apoyo de todo el país y se siguen incorporando brigadas nuevas a la recuperación. Aquí se está trabajando, dijo, en tres prioridades fundamentales: el saneamiento, la electricidad y el bombeo de agua.
Yo sé que ustedes, reconoció, están desesperados por la falta de electricidad, pero el esfuerzo que se está haciendo es titánico, es mucha la destrucción, y está siendo un trabajo muy duro, consideró.
«Creo que se ha trabajado con organización, con disposición, todo el mundo ha venido a apoyar», destacó Díaz-Canel.
Ustedes, los vecinos, dijo, sigan ayudando a las fuerzas que vienen. Vamos a salir, reiteró, vamos a salir por nosotros mismos porque nadie nos va a resolver los problemas. Se han tomado un grupo de decisiones, y hay cosas que van a quedar mejor que antes del paso del huracán, por ejemplo el tema de los bombeos en un grupo de lugares van a tener una solución, los hospitales van a quedar mejor, aseguró.
Explicó que empezaron a llegar recursos a la provincia para la recuperación de la vivienda, en un primer momento para los daños parciales y totales de techos —que son más del 50 por ciento de las afectaciones en la provincia—, también para los derrumbes parciales y totales. No podemos detener una cosa para empezar otra, aclaró.
Con la ayuda de todos, afirmó, nadie va a quedar desamparado.
Otro «huracán» en el Ciro Redondo
En su recorrido por Artemisa —acompañado por la miembro del Buró Político del Partido y su primera secretaria en el territorio, Gladys Martínez Verdecia, y el gobernador Ricardo Concepción Rodríguez— el Jefe de Estado visitó el hospital Ciro Redondo, que sufrió grandes afectaciones en ventanales y techos, por la fuerza de los vientos.
Según explicó la doctora Niurka Larrionda Valdés, directora de la institución, «sufrieron daños en la estructura del centro, no así en vidas humanas ni en los equipos médicos».
En estos momentos, precisó, estamos inmersos en un gran proceso de recuperación, en el que se han sumado el Ministerio de Salud Pública, varias empresas, instituciones, trabajadores y familiares de los pacientes que tenemos aquí hospitalizados, dijo.
Levantar torres, otra proeza
Desde hace varios días en el kilómetro 32 de la autopista que va hacia Pinar del Río se vive un intenso ajetreo, una brigada de electricistas arman seis torres de alta tensión de la línea de 220 kV, destruidas por los fuertes vientos del huracán Rafael.
En las dos ocasiones en que el Presidente Díaz-Canel ha estado en Artemisa luego del paso del ciclón, se ha detenido en ese punto de la carretera para intercambiar con los trabajadores (algunas son mujeres) que bajo el imponente sol dan forma a las nuevas torres.
En esta oportunidad, el mandatario se interesó allí por los detalles técnicos del trabajo que realizan, por los plazos en los que terminarán, y por las condiciones que se les han creado para avanzar.