Para ayudar a la recuperación energética en Pinar del Río, al cierre de esta edición ya viajaba un contingente de trabajadores de la empresa eléctrica de Sancti Spíritus. Autor: Oscar Alfonso Sosa/ACN Publicado: 29/08/2023 | 11:33 pm
PINAR DEL RÍO.— El trayecto entre la cabecera municipal y Mantua, pasando por parte de San Luis, San Juan y Martínez y Guane, impresiona. No había este martes un solo río, laguna y sembradío de arroz a la orilla de la carretera que no estuviera desbordado. Incluso, se unían unos con otros y a ratos se perdía la vista como si fuera un pedazo de mar.
Idalia, que era tormenta cuando pasó por las inmediaciones del Cabo de San Antonio, dejó mucha lluvia para los pinareños. La madrugada del lunes fue muy larga, sobre todo, para quienes viven más al occidente.
Ana Mojena Ramos, vecina de Guane 1, asegura que pasó toda la noche despierta y vio como, alrededor de las 5:00 a.m., el Cuyaguateje empezó a crecer hasta llegar al patio trasero de su casa.
Antes había evacuado a su mamá, de 83 años, y a tiempo puso en alto sus pertenencias. «Desde el paso de Isidore y Lili en 2002 yo no veía una crecida del río tan rápida como esta».
Carlos Martínez Miranda, su esposo, confirma la historia de Ana. Sentado en la terraza contempla su patio lleno de agua, expectante, porque sabe que los suelos están saturados y el escurrimiento de la parte norte puede hacer que el río siga subiendo.
Mas el Cuyaguateje, el de mayor cauce en Pinar del Río, tradicionalmente baña parte de la comunidad Isabel Rubio, unos cinco kilómetros antes de llegar al pueblo.
Al cierre de esta edición la cota del río estaba por encima de los ocho metros. Dicen las autoridades de la zona de defensa que lo más que ha subido son 9.25 metros.
De todos modos, sigue siendo un panorama curioso para los habitantes de ese lugar que se reúnen frente a la iglesia Adventista, que año tras año abre sus puertas para proteger a quienes deseen resguardarse en ella.
Bastaron dos horas para que el nivel del río alcanzara varios peldaños de su escalera y también para que los representantes de la Zona de Defensa tuvieran que usar el transportador anfibio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y varios botes salvavidas.
La siempre necesaria percepción del riesgo
Desde que se emitió el primer aviso de ciclón tropical se insistió en que lo más importante es preservar las vidas humanas, colocar a buen resguardo los bienes personales y de la economía y cumplir con las orientaciones de la Defensa Civil.
Pero no siempre se es consecuente con ello. No siempre se respeta el trabajo y dedicación de quienes pasan un ciclón en vela para proteger a los demás. Y eso pasó en Isabel Rubio este lunes.
«Hemos ido a buscar personas hasta cuatro veces a sus casas, tenemos un número
importante de habitantes evacuados y después de que el río salió de su cauce normal y llegó hasta las viviendas, hemos tenido que seguir con la evacuación.
«Se ha perdido percepción del riesgo y se cometen indisciplinas. En esta localidad jamás ha habido una pérdida de vida humana, porque hemos sido en extremo cuidadosos», expresó Francisco Díaz Roque, presidente del consejo de defensa zonal.
Sobre disciplina y percepción habla también Lourdes Otero Corrales, una mantuana que reside en la comunidad de Mangos de Roque y mira con celo la subida del río Mantua, que en dos ocasiones ha llegado hasta su casa y ahora está a tan solo unos metros.
«Nosotros subimos las cosas y nos vamos para la casa de unos vecinos que está en un lugar más alto. Con eso no nos dormimos», asegura.
Blanca Nieves Valdés Acosta permanece en el centro de evacuación habilitado en la escuela especial Ormany Arenado, en Mantua. No recuerda ya las tantas veces que ha estado evacuada. «No he tenido noticias del barrio. Cada vez que hay un ciclón a mí me recogen. Siento que dejé todo en su lugar y dicen que en La Manigua se inundó todo. Pero lo importante es estar viva, lo demás va y viene».
De frente a la recuperación
Yamilé Ramos Cordero, presidenta del Consejo de Defensa Provincial (CDP) y Eumelín González Sánchez, vicepresidente de ese órgano, recorrieron este martes zonas del occidente vueltabajero. Ramos Cordero precisó que desde bien temprano las comisiones de trabajo del CDP están distribuidas por todos los territorios para evaluar las afectaciones que dejó el evento hidrometeorológico.
«Hasta el momento se aprecia que los daños son mínimos si los comparamos con experiencias anteriores. Las mayores afectaciones se concentran en el servicio eléctrico, a partir de que más de la mitad de los clientes no tienen electricidad. No obstante, ya se revisan las líneas y se espera el arribo de contingentes de otras provincias», puntualizó.
Agregó que «ahora lo principal es que nuestra población siga siendo disciplinada y responsable, y allí donde las condiciones lo permitan hay que ir trabajando en la recuperación, una tarea que será decisiva.
«El lunes comienza el curso escolar y tenemos que asegurar que todos los niños vayan a los centros educacionales. Por otra parte, está la campaña de frío, que empieza en los próximos días. Los pinareños deberán plantar más de 45 000 hectáreas entre cultivos varios y tabaco y en función de ello tenemos que prepararnos».