Río Jibacoa, en Manzanillo Autor: Yokenia Naranjo Publicado: 10/06/2023 | 05:43 pm
BAYAMO, Granma.— «Esto ha sido lo nunca visto». Con esa expresión popular muchas personas en Granma ilustran lo sucedido en estos días de intensas precipitaciones, las cuales se han llevado puentes, incomunicado varios municipios, arrastrado pertenencias, afectado viviendas y cultivos y provocado, preliminarmente, el fallecimiento de un ciudadano.
Los videos tomados desde un helicóptero por un equipo de prensa de la televisión granmense muestran «mares» achocolatados a lo largo de varios puntos de esta provincia, cuyos embalses estaban ya al 95 por ciento de llenado.
«Ni en el ciclón Flora pasó esto. Hubo inundaciones grandes ese año (1963), también en 1977, pero eso de que el río se metiera a las casas y se llevara tantas cosas no recuerdo haberlo vivido», comentó a JR Luis Marino Rosales, un poblador de Jiguaní.
Cercanías del poblado de Jiguaní. Foto: Clancy Rosales
En ese territorio el río de igual nombre sorprendió a más de uno en la madrugada del viernes, en la que se vivieron momentos de tensión y numerosos seres humanos tuvieron que subir a las placas por temor a ser arrastrados por las aguas.
Las imágenes tomadas por incontables teléfonos celulares muestran cómo las crecidas se llevaron literalmente una barbería completa en la cabecera municipal y cuánta basura y escombros quedaron incrustados en un céntrico puente como pruebas del arrastre sin par.
Sin embargo, el acceso a ese municipio no fue bloqueado por las aguas, como sí sucedió con la carretera que une a Manzanillo con Campechuela, Media Luna, Niquero y Pilón.
Precisamente por esa razón hubo que trasladar urgentemente en lancha, por mar, a tres embarazadas «a término», residentes en Campechuela, a igual cantidad de instituciones médicas de Manzanillo. Eso fue el viernes, el mismo día que una de ellas, Iriuski, al comenzar la noche, trajo al mundo a un bebé de siete libras en el hospital Fe del Valle, de la Ciudad del Golfo.
Y este sábado en la comunidad de Mateo Romás, situada en los límites entre los municipios de Yara y Bartolomé Masó, fue necesario enviar helicópteros de la Fuerza Aérea Cubana para rescatar a tres personas aisladas por el desbordamiento del río Buey. «Las características del rescate se catalogan de complejas. Fue difícil, pero la preparación de los tripulantes y rescatistas, además de su oficio, garantizó el éxito», escribió el periodista de la televisora CNC TV Alfredo Brito en sus redes sociales, al tiempo que mostraba una secuencia del arriesgado salvamento.
Río Yara en el muncipio de Bartolome Masó. Foto: Armando Contreras
En el momento de redactar estas seis embalses de los 11 del territorio vertían (cinco a máxima capacidad y uno por precauciones propias de la situación) y,en contraste, más de 50 mil personas vivían afectaciones al servicio de agua potable pues las precipitaciones habían dañado las fuentes de abasto, según información de la Empresa provincial de Acueducto y Alcantarillado.
Una comisión enviada por Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, encabezada por el viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca, realizaba recorridos por distintos puntos de la geografía, golpeados por las lluvias. También viajaron a Granma, como parte del grupo, para coordinar acciones en pos de la protección de vidas y recursos, Jorge Luis Broche Lorenzo, miembro del Secretariado del Comité Central, el general de División Ramón Pardo Guerra, Jefe del Estado Mayor de la Defensa Civil y varios ministros.
Tanto ese grupo, como las máximas autoridades de la provincia recalcaban en cada espacio en la necesidad de que la población se mantenga informada, no cometiera imprudencias y siguiera las orientaciones de la Defensa Civil.
«Lo más importante es preservar la vida», insistió varias veces la Gobernadora Yanetsy Terry Gutiérrez, en una llamada telefónica transmitida por Radio Bayamo. La dirigente reiteró que aunque las lluvias pueden tener una tendencia a la disminución hay que mantener la percepción de riesgo porque Granma posee la particularidad de que recibe las aguas que escurren desde Santiago de Cuba, Las Tunas y Holguín.
Más de 7 200 pobladores se habían protegido, casi todos en casas de familias y amigos, y más de 200 permanecían en instituciones estatales.
A los daños mencionados en estas líneas se sumaban otros: más de 10 000 viviendas reportan con algún tipo de afección, que incluyen 65 derrumbes totales y 214 parciales. Y numerosas plantaciones estaban anegadas, a la espera de que «bajen las aguas» para poder evaluar los destrozos.
Fotos: Clancy Rosales