El evento académico Creciendo al futuro, organizado por el Centro de Estudios sobre Juventud . Autor: Roberto Suárez Publicado: 30/11/2022 | 08:38 pm
Si en algo coincidieron los participantes en el evento académico Creciendo al futuro —que sesiona desde este miércoles en el Centro de Estudios sobre Juventud (CESJ)— es que la política integral para la niñez y juventudes en Cuba —que se ha trabajado intensamente— mucho puede aportar en tema de derechos, bienestar y protección de esos grupos etarios, dado el contexto que vivimos.
Al intercambiar varias experiencias sobre las infancias en nuestro país y una actualización sobre la Política mencionada, investigadores, estudiantes y otros profesionales de más 15 instituciones, hablaron de la participación de los niños y adolescentes como sujetos activos de cambios, las oportunidades que se abren el nuevo Código de las Familias para con ellos, así como de los entornos protectores que deben tener.
Keyla Rosa Estévez García, directora del CESJ, destacó las nuevas generaciones han tenido prioridad en el proyecto social cubano desde el mismo triunfo de la Revolución, y actualmente se cuenta con diferentes planes y programas sectoriales para su atención, pero se debe avanzar más en las propuestas que se realizan en relación con su bienestar.
Significó que ello es aun más necesario, si tomamos en cuenta que para el año 2030 la población de 0-30 años, será similar a la de 60 años y más (32,7 y 30,0 por ciento del total respectivamente). «Ello nos lleva a pensar más en las generaciones jóvenes como actores estratégicos del desarrollo y en su necesario acompañamiento desde todos los órdenes».
Por su parte, la Doctora en Ciencias Sicológicas Roxanne Castellanos Cabrera, profesora titular de la Facultad de Sicología de la Universidad de La Habana, apuntó que Cuba es una nación que ama y cuida la infancia como un tesoro sagrado, pero todavía no ha llegado a alcanzar el cambio de paradigma en su comprensión como sujeto de derechos.
De ahí, apuntó, que los encargos sociales para proteger a niños y adolescentes, se conceptualizan desde la mirada de los adultos quedando contradictoriamente elaborados más allá de lo que debería ser el compromiso esencial con la niñez: su bienestar. Sin embargo, dijo, todo esto es lo que fundamenta la protección que nuestro actual Código de las Familias defiende, aunque muchos hayan tratado de presentarlo como un capricho político.
En la jornada —donde se abordaron otros temas vinculados con la violencia, la formación de maestros propios de esta edad y los planes de estudios, la crianza de manera positiva, así como las experiencias del centro a+ Espacios Adolescentes— estuvieron Lianet Paso Cedeño, presidenta de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) y Alejandra Trossero, representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en la Mayor de las Antillas.
El evento, que continúa este jueves con un foro en el cual niños y adolescentes compartirán aprendizajes, mensajes e iniciativas en torno a los temas de debate, es un homenaje al aniversario 33 de la Convención sobre los Derechos del Niño, de la cual Cuba es parte, y a las tres décadas de presencia en el país de Unicef.