Díaz-Canel en la Asamblea Nacional del Poder Popular. Autor: Enrique González Díaz Publicado: 16/05/2022 | 02:52 pm
Minutos antes de que cerrara la quinta sesión extraordinaria del Parlamento en su novena legislatura, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, se dirigió a los diputados e inició su intervención destacando que los tiempos que corren son intensos y desafiantes, pero que “eso no nos quita el sentido de la realidad”.
Es –dijo–, una realidad marcada por desigualdades y desequilibrios que se acentúan dramáticamente bajo el reino del neoliberalismo, y por la posverdad.
En ese contexto, destacó los grandes valores del pueblo cubano se han dejado ver en estos días durante la tragedia ocurrida en el hotel Saratoga.
A propósito, recordó “las escenas de personas que a riesgo de sus propias vidas corrieron a auxiliar a las víctimas de la explosión en los primeros minutos… El acto solidario y altruista de esos los héroes anónimos que acudieron a donar sangre; los heroicos bomberos, los rescatistas, los choferes de ambulancias, los que pasaban casualmente y prestaron sus carros para trasladar a los heridos, los consagrados trabajadores de los hospitales, los imprescindibles especialistas de la medicina y la enfermería, la prensa honesta e infatigable que no se movió del lugar para no perder cada detalle”.
Destacó, igualmente, la actitud de todos los que se acercaron para brindar agua, café, alimentos de sus negocios particulares a la gente fatigada por la búsqueda; a cada ciudadano que puso su mensaje de condolencia en las redes sociales. También de los dirigentes del Partido, del Gobierno, del Poder Popular.
“Tenemos la responsabilidad social de resolver los problemas y trabajamos por sacar al país adelante”, afirmó.
Todo lo antes descrito contrasta enormemente –continuó el presidente cubano–”con las cenizas de los odiadores que en estos días de incertidumbre y dolor han contaminado las redes con mensajes de profundo desprecio hacia las autoridades, pero también hacia los ciudadanos”.
“Jamás un mercenario entenderá a un patriota”, recalcó. “Cuba ha vivido su duelo sin estridencias, pero no ha dejado de sentirlo. Lo hizo desde antes del decreto con el que lo oficializamos y no ha dejado de sentirlo en los días posteriores. En cuanto a los que han querido lucrar con ese dolor, no vamos a gastar más palabras en personas que entierran cada vez más su credibilidad en el lodo de la mentira”.
“Hemos puesto en primer lugar la recuperación de los lesionados, la atención a las familias afectadas y la rehabilitación de las viviendas y otros inmuebles, total o parcialmente destruidos”, dijo, y reiteró las condolencias a quienes sufrieron la pérdida de seres queridos, y el apoyo a las familias y allegados de las víctimas.
Aprovechó para reiterar el agradecimiento a líderes políticos y personas que desde diversos lugares del mundo enviaron sus condolencias, apoyo y acompañamiento en estos momentos duros para Cuba.
Somos un Estado socialista de derecho que tiene derecho a existir
Al referirse a la hipocresía y el doble rasero de los enemigos de Cuba, que han desatado una campaña alegando que en la Isla se condena a menores de edad, el primer secretario del PCC aseguró que en Cuba no se encarcela a menores de 16 años. “Los juzgados por los hechos del 11 y 12 de julio contaron con las garantías procesales que establecen las leyes cubanas, por lo establecido en la Constitución”.
“Somos un Estado socialista de derecho que tiene derecho a existir”, subrayó.
Eso es exactamente –continuó– lo que nuestros adversarios se niegan a aceptar. “Ahora, ciegos de frustración, el imperio y sus asalariados acuden a viejas prácticas de ataque, con modernas técnicas de guerra no convencional. En el afán de crear un clima de inseguridad ciudadana como antesala para el estallido social, ya ni se esconden para sus convocatorias”.
Lo intentaron todo –recordó– el pasado Primero de Mayo. “Creyeron que muy pocos responderían. Todavía no salen de su asombro y andan pidiendo datos para entender la respuesta aplastante del pueblo”, señaló.
Recordó que “desde el segundo semestre del año pasado veníamos alertando que el Gobierno de Estados Unidos impuso un cisma internacional, pretendiendo dividir al mundo selectivamente entre quienes estén dispuestos a someterse a la tutela impuesta desde Washington, por un lado, y los que están convencidos de su derecho soberano a la autodeterminación.
“Las manifestaciones de esa ambición insensata no se han hecho esperar y las consecuencias ya se están pagando, especialmente en Europa. Están costando vidas y sufrimiento, y provocando un daño económico global cuyo desenlace es difícil de predecir”.
El mandatario cubano alertó que Estados Unidos está convirtiendo el escenario europeo en un destino de armamentos de toda clase. “No debe olvidarse que el volumen de armas nucleares que se concentra en unos pocos países tiene la capacidad de destruir el planeta varias veces”.
La batalla contra el bloqueo seguirá siendo prioridad
Conscientes de estas realidades –sostuvo– “desarrollamos las relaciones internacionales sobre la base de principios y con pleno apego al derecho internacional. Comprometidos con la paz, con la justicia y con el derecho a la plena independencia, el desarrollo y la seguridad de todos los países, en especial los del Tercer Mundo, que son los más amenazados. Así defendemos nuestras posiciones en los organismos internacionales con plena independencia, coherencia y responsabilidad.
“La política exterior de Cuba continuará teniendo como prioridad la batalla incesante contra el bloqueo económico de los Estados Unidos, así como su denuncia en todos las instancias y los rincones del planeta”.
Añadió que las relaciones de amistad y cooperación con todos los países latinoamericanos y caribeños son ejemplo de la integración regional sobre la base del proyecto de la unidad en la diversidad.
Hace pocos días –recordó– tuvimos la visita en La Habana del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y la delegación que lo acompañó. Fue una importante oportunidad en el empeño mutuo de fortalecer y profundizar los vínculos bilaterales y de contribuir al avance de la región, su independencia y su integración.
Advirtió que continúan vigentes las viejas visiones colonialistas de Estados Unidos, dirigidas a fragmentar y debilitar esta parte del mundo “como vía para preservar el poder hegemónico del imperialismo”.
La llamada Cumbre de las Américas parece identificarse con la OEA
El mandatario cubano reiteró que desde Washington han convocado para el próximo mes a “una reunión que curiosamente están llamando Cumbre de las Américas, a pesar de que excluye a algunos países.
“Ocultaron hasta último momento la naturaleza selectiva y discriminatoria de la convocatoria con el claro propósito de evadir en todo lo posible la natural incomodidad de los Gobiernos de la región, pues muchos rechazan las exclusiones caprichosas”.
“Quien asuma el compromiso de acoger una reunión hemisférica debe tener la capacidad y la valentía de escuchar a todos, de oír criterios discrepantes y encarar la verdad por dura que sea”, sentenció.
“Ya se sabe que en la Cumbre no se va a discutir o aprobar nada sobre desigualdad económica y social o sobre la creciente marginalización de la región. No se hablará sobre el papel de la OEA en el golpe de Estado en Bolivia”.
Tampoco ninguno de los documentos propuestos por el Departamento de Estado de Estados Unidos propone avanzar con acciones prácticas en la lucha contra el racismo, a favor de los derechos de la mujer y para paliar la situación incierta de los inmigrantes.
“No se debatirá sobre la manipulación ejercida por el Gobierno estadounidense en relación con el tema migratorio, que es utilizado con fines desestabilizadores contra Cuba, al tiempo que se lleva a cabo una política ilegal basada en medidas coercitivas y unilaterales. Incentiva la migración irregular, a la vez que se incumplen deliberadamente los compromisos y los acuerdos vigentes en esta materia”, denunció.
En la reunión convocada por Washington –prosiguió el presidente cubano su intervención ante los parlamentarios– tampoco se hablará sobre el nefasto impacto en la sociedad del crimen organizado, el comercio de armas producidas fundamentalmente en los Estados Unidos ni el cáncer del narcotráfico, impulsado por el mercado de ese país, ni el terrorismo y la manipulación del tema con fines políticos.
El presidente de los Estados Unidos –dijo– usará la Cumbre para sus campañas de política interna, especialmente en la Florida, pero “pocos recordarán horas después lo que ahí sucedió o el sentido de los documentos que con lenguajes y conceptos estadounidenses se pretende adoptar”.
La llamada Cumbre de las Américas –afirmó– parece identificarse con la OEA, y “cargará con el mismo desprestigio y descalificación moral que acompañan a esa institución”.
Se requiere elevar los niveles de educación cívica y cultura jurídica
Al abordar lo sucedido por estos días en la Asamblea Nacional del Poder Popular, consideró que se han aprobado leyes complementarias que encauzan los mandatos constitucionales y las políticas públicas encaminadas a la protección integral de la infancia, la adolescencia y los adultos mayores, las personas en situación de vulnerabilidad y las mujeres.
“Cada una de estas leyes, como bien se expresó en sus presentaciones, es el fruto de un amplio proceso de consulta con especialistas, expertos, profesores universitarios y con la población”, destacó.
Sobre el Código Penal, señaló que es un instrumento para proteger a la sociedad, a las personas y al orden político, económico y social consagrado en la Constitución de la República.
Reiteró que el bloqueo cruel e inhumano pretende eliminar al socialismo como alternativa, procura la regresión al capitalismo, intenta limitar la acción del Estado; entorpecer, desestabilizar sus políticas, planes y programas para promover, proteger y garantizar los derechos; alimenta contradicciones y errores internos.
“A pesar de ello, reafirmamos la convicción de que, incluso en difíciles condiciones económicas, el Estado cubano mantendrá como fines esenciales garantizar la igualdad efectiva de los derechos y el cumplimiento de los deberes consagrados en la Constitución y las leyes”.
Apuntó que, “aunque constituyen avances importantes, no son suficientes las leyes que en estas sesiones aprobamos. Se requiere elevar los niveles de educación cívica y cultura jurídica”.
“Reconocer, promover, prevenir, proteger, garantizar, son verbos que denotan la acción estatal, para lo cual es imprescindible el trabajo mancomunado con los diferentes actores sociales, con la participación popular, con el Poder Popular”.
El presidente cubano llamó a capacitar y movilizar las estructuras gubernamentales, fomentar la participación popular en los escenarios locales y propiciar la integración de todos los productores y actores económicos, tanto estatales como privados y cooperativas.
Reconoció, una vez más, el papel de todos los que ayudaron en la batalla contra la covid-19, “desde el más notable médico investigador hasta el más sencillo operario, desde las prestigiosas instituciones científicas y hospitalarias hasta los dirigentes de las organizaciones políticas y sindicales”.
Somos una boca insumisa, y no somos la única
Sobre la economía cubana, dijo que es necesario no perder de vista que es preciso incrementar las ofertas mediante el aumento de las producciones nacionales, pero también por las diferentes vías de comercio exterior.
“A pesar de los aspectos positivos que se aprecian hasta la fecha en la recuperación de la vida económica y social del país, se requiere avanzar con más celeridad en la estabilidad macroeconómica”, dijo, y mencionó cuestiones como el incremento de la producción nacional y de las exportaciones, la inversión extranjera directa, la sustitución efectiva de importaciones y la eficiencia del proceso inversión.
“En medio de la compleja situación que enfrentamos, se ratifica como prioridad la recuperación gradual del peso cubano como centro del sistema financiero, el enfrentamiento a la inflación, la estabilidad del sistema eléctrico nacional, la atención priorizada a personas, hogares y comunidades en situación de vulnerabilidad, la descentralización de competencias en función del mayor protagonismo de los municipios y las transformaciones del sistema empresarial estatal.
“A la par que se trabaja en la atención de las urgencias, no se renuncia al desarrollo. Se ha continuado perfeccionando la planificación estratégica del país mediante los macroprogramas, programas y proyectos”, destacó.
Recordó que persisten los intentos del Gobierno de Estados Unidos de borrar el ejemplo de resistencia creativa de Cuba del mapa de América. “Por eso no nos invitan a la mesa que les toca servir. Somos una boca insumisa, y no somos la única.
“No existe razón alguna para el castigo, la sanción, el odio contra un pueblo noble, amoroso y alegre como el cubano. Llevan 63 años naufragando de derrota en derrota.
“Los hemos derrotado en todos los terrenos, no por ser más, porque no lo somos; no por tener más armas, porque no las tenemos, sino porque nos sostienen ideas justas, porque amamos el amor y no el odio.
“Conquistar toda la justicia es la consigna y el horizonte. La unidad que se afirma en la diversidad es el camino. Los tiempos siguen siendo complejos, pero ya estamos entrenados, firmes y convencidos de que hasta la victoria siempre”, concluyó.