Marchita Autor: Adán Iglesias Publicado: 26/10/2021 | 11:36 pm
«El Gobierno de Estados Unidos es el verdadero organizador y promotor de la provocación montada para noviembre en Cuba», denunció este martes Rogelio Polanco Fuentes, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido.
Polanco recordó las amenazas de la Administración estadounidense, en particular el comentario del director para el hemisferio occidental del Consejo de Seguridad Nacional, Juan González —que para los cubanos es apenas un «Juan de los palotes»—, de que «actuarán» si Cuba procesa a los organizadores de la pretendida marcha.
«El miedo no come aquí», afirmó el jefe del Departamento ideológico del Comité Central, para ilustrar lo que hacemos con tales amenazas: no nos dejamos intimidar, dijo ante la prensa cubana y dirigentes de organizaciones juveniles que componen un valladar de continuidad que los enemigos del pueblo cubano han pretendido, sin éxito, reblandecer.
«Apenas anunciado este intento, recibió el respaldo de legisladores, operadores políticos y medios contrarrevolucionarios, como si fuera una marcha a desarrollarse en Miami», comentó Polanco Fuentes antes de desenmascarar —nueva máscara, nueva denuncia pública— en detalle a quiénes halan los hilos, fuera de Cuba, y a quiénes se mueven con ellos aquí, desde una autonomía inverosímil.
El integrante del Secretariado recalcó las denuncias hechas por el Primer Secretario del Partido y Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la clausura del 2do. Pleno del Comité Central, sobre el falso carácter pacífico de esta intentona, que no es más que otra escalada contrarrevolucionaria de desafío a las autoridades y a las leyes del país, comenzando por la Constitución de la República.
«El 15 de noviembre abriremos las puertas de Cuba al mundo y las escuelas a nuestros niños, ese momento sublime que no se podrá truncar», aseguró el dirigente. Vamos a impedir —dijo— que se acorrale al abanderado y cambie a malas manos la bandera.
Desde la guía del Partido, los cubanos vamos a responder —en noviembre y en julio como en enero— la pregunta de Martí: ¿Qué deben hacer los amantes de la patria? «¡Predicar revolución!».