Una ingeniera química que lidera un proyecto de desarrollo local y una apasionada documentalista que cuenta realidades desde el humanismo y la sensibilidad; estuvieron entre las personas con las que departió el Presidente cubano este jueves. Autor: Estudios Revolución Publicado: 08/10/2021 | 12:05 am
Mucho puede hacerse para desarrollar al país desde el talento y la creatividad individuales. Del empeño de mujeres y hombres, que con sus saberes contribuyen no solo al impulso de la comunidad, sino además de la nación, en los más disímiles escenarios a Cuba les nacen ideas que van dejando lecciones.
A la localidad, espacio desde el que también Cuba crece, volvió este jueves el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, para visitar un proyecto de desarrollo local que catalogó de «interesantísimo», ubicado en el corazón del reparto Chibás, en el capitalino municipio de Guanabacoa.
Foto: Estudios Revolución
«Manos útiles para el hogar» surgió en 2010 del empuje de la ingeniera química Inés Vega Piñón y su esposo Alberto Hernández Suárez, también profesional, aunque para nada relacionado con la Química. Concebido como un proyecto familiar, este comenzó a desarrollarse en la ciudad mexicana de Mérida, con la empresa SERQUISUR, y luego en 2016 en Toronto, Canadá, a través de la empresa ARCHEMICAL.
Ambos profesionales cubanos, con licencia como trabajadores por cuenta propia de productores vendedores de productos varios, elaboran y comercializan diferentes productos de alta demanda entre la población y que en la actualidad son deficitarios como los de aseo y limpieza para el hogar e instituciones, jabonería y desinfectantes.
Aquí las producciones no solo tienen un fin de comercialización, a partir de ellas se buscan soluciones a los problemas. En base al estudio que de ellos realizan nacen casi siempre las creaciones, todas certificadas por el Centro de Investigaciones y Desarrollo de Medicamentos, institución científica cubana dedicada a la investigación y el desarrollo de medicamentos genéricos, productos naturales, tecnologías de avanzada y medios de diagnósticos.
«¿Qué dificultades tienen para desarrollar los productos? ¿Tienen encadenamientos con la industria? ¿Dónde comercializan? ¿Conoce la comunidad lo que hacen?», fueron algunas de las tantas preguntas que hizo el mandatario cubano a Inés mientras le escuchaba contar con pasión sobre sus emprendimientos y también de burocracias que en algunos lugares aún impiden aprovechar al máximo las potencialidades de este proyecto.
De ahí su insistencia en lograr un mayor encadenamiento productivo con la industria nacional; perfeccionar los mecanismos que permitan a las pequeñas importaciones no competir con las grandes importaciones del país; y cerrar el ciclo productivo, de manera que las soluciones sean más integrales.
Necesitamos que las personas tengan ganas de hacer, el qué hacer lo va diciendo la propia población con sus necesidades, insistió el Jefe de Estado, quien estuvo acompañado por el vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández; el ministro de Industrias, Eloy Álvarez Martínez, y las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en la capital.
Contribuir al desarrollo de Guanabacoa es el principal propósito —aseguró Inés al Presidente—, lo cual es una forma de contribuir al desarrollo del país.
Poner recursos donde mejor se aprovechen
«Los recursos con los que cuenta el país, aunque sean pocos, deben estar en las manos de los mejores productores». Fue la máxima de trabajo defendida por el Presidente cubano al recorrer las instalaciones de la vaquería de Jesús Lazo Pérez, un destacado productor ganadero de la provincia de Mayabeque, cuyo empeño le ha permitido obtener resultados superiores a la media del país.
El Presidente cubano recorrió las instalaciones de la vaquería de Jesús Lazo Pérez, un destacado productor ganadero de la provincia de Mayabeque
La cooperativa de créditos y servicios 13 de Marzo pertenece a la empresa agropecuaria Nazareno, ubicada en el municipio de Melena del Sur. Fotos: Estudios Revolución
Donde años atrás solo había maleza, que amenazaba con destruir la infraestructura creada como parte del desarrollo ganadero cubano, hoy Jesús aprovecha cada pedacito de tierra y pone todo su ingenio para continuar fomentando el ganado de la raza mestiza Siboney.
Con orgullo se le escuchó explicar a Díaz-Canel sobre sus casi 400 animales; la búsqueda de alternativas nacionales para alimentarlos; la atención a los terneros; las ventas en divisas a la Empresa Agropecuaria; el exquisito cuidado con que trabajan su economía, porque en ella también «está el éxito de una buena ganadería»; y la manera en que atienden las necesidades de sus ocho trabajadores.
La cooperativa de créditos y servicios 13 de Marzo, perteneciente a la empresa agropecuaria Nazareno, ubicada en el municipio de Melena del Sur, es un lugar donde se ha puesto ciencia, y con el asesoramiento del Instituto de Ciencia Animal (ICA) lograron remplazar y multiplicar con éxito las 30 novillas con que inició en el año 2008 este proyecto.
«La ganadería es lenta, pero se puede desarrollar», explicó Jesús al mandatario cubano. «Yo empecé poco a poco, sin desespero, usando las ganancias que me dejaban las producciones para hacer más, y aquí está el resultado», dijo con orgullo a quienes le visitaban, entre ellos los vice primeros ministros Alejandro Gil Fernández y Jorge Luis Tapia Fonseca; el titular de la Agricultura, Ydael Pérez Brito, y las principales autoridades del Partido y el Gobierno en Mayabeque.
Entre otros resultados, a este lugar lo distingue una natalidad por encima del 90 por ciento, cuando el promedio del país apenas llega al 50 por ciento.
Para ser ganadero —enfatizó el mandatario cubano— hay que ser un buen gestor, y aquí hay mucho de eso. Destacó, además, que buenos ejemplos como este deben ser potenciados y aplicarse en otros lugares las buenas experiencias que nos dejan.
Gana quien ofrece y gana quien recibe
Para dar rostro y alma a quienes a veces no tienen voz en los medios tradicionales de comunicación, para acompañar y avanzar junto a mujeres y hombres con muchas y diversas realidades que contar, nació casi 20 años atrás el proyecto Palomas, una casa productora de audiovisuales para el activismo social, «donde la creación artística se torna una creación humana».
Justo allí, entre realizadores audiovisuales y activistas sociales, había iniciado el Presidente cubano su jornada este jueves, acompañado por la vice primera ministra Inés María Chapman Waugh; el titular de Cultura, Alpidio Alonso Grau, y las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en La Habana.
Desde el humanismo y la sensibilidad que ha puesto Lizette Vila, documentalista y directora del proyecto, allí se han realizado unas 90 obras audiovisuales para promover conciencias y un sentido de vida. No solamente trabajamos con mujeres, puntualizó, trabajamos además la justicia de género con los hombres, la justicia ambiental y la justicia social.
Este es un proyecto —subrayó la destacada documentalista— que narra las historias de vida de personas que necesitan ser visibilizadas en la sociedad cubana. «Las personas a veces no vienen a pedir ayuda, sino sencillamente a que se les oiga».
Y precisamente porque la conciencia sobre vulnerabilidades tiene que ser colectiva, y la «reparación» que al alma de las personas se haga también, Díaz-Canel destacó la necesidad de que las profundas investigaciones realizadas por el proyecto se interconecten con programas de Gobierno que ya existen en el país.
Se trata de crear espacios y sumar a todos, a los jóvenes y a quienes ya no lo son tanto, una práctica que por casi dos décadas ha distinguido a Palomas. Porque allí, como dijo su directora, «gana quien ofrece y gana quien recibe».
Presidente Miguel Díaz-Canel conversa con Lizzette Vila, coordinadora del Proyecto Palomas. Foto: Estudios Revolución