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Cuba, un ejemplo diferente

Así considera el joven italiano Matteo Baldino su relación con nuestro país, la cual le ha permitido ser parte del proyecto Poniéndole corazón a Cuba

 

Autor:

Margarita Barrios

«Mis amigos me dicen que yo apoyo a los cubanos porque soy comunista. Y es cierto, lo soy. También puede ser mi karma, porque nací un 26 de julio. Pero no es nada de eso. Cuba es un ejemplo de que otro mundo diferente es posible», expresó a JR el joven Matteo Baldino, uno de los integrantes del grupo de italianos solidarios con nuestro país que trajo una donación para enfrentar la COVID-19.

«Para mí es importante romper con el esquema de que el mundo es neoliberal y capitalista, que no hay alternativa. Cuba con sus defectos, que los tiene, eso nadie lo va a negar, es un ejemplo diferente.

«Hay un filósofo francés, Serge Latouche, que habla de la colonización de la imaginación. ¿Cómo puedes imaginar algo si no hay otro ejemplo para comparar? Pueden venir luego las consideraciones ideológicas, políticas, pero este país es importante para el imaginario, porque es diferente», subrayó.

Así comienza la conversación con Matteo, quien labora en la Agencia para el Intercambio Cultural y Económico con Cuba (Aicec), se encarga habitualmente de vender productos de nuestro país en Italia y ahora formó parte del proyecto Poniéndole corazón a Cuba.  

«La Aicec es una manera de ser solidario, de ayudar al pueblo cubano. Tenemos 50 puntos de venta en toda Italia y comercializamos café, cacao,
frutas, entre otros productos.
Ese es mi trabajo habitual, pero también participé como traductor en el grupo de apoyo a los médicos de la Brigada Henry Reeve que estuvieron en la ciudad de Turín.

Vamos a seguir sumando personas a esta labor solidaria, dijo Matteo.Foto:Maykel Espinosa Rodríguez.

«Viví algún tiempo en España. Allí me vinculé por primera vez con la Isla desde el punto de vista de la metrópolis, porque para ellos es un trauma haber pedido la guerra, la colonia. Estudié esa parte de la historia.

«Entonces quise verlo desde otro ángulo, cómo es desde acá. Los sentimientos de la cubanía, la creación de la República, la historia de la Revolución. Cuando apareció la Aicec fue una manera de
materializar esos sentimientos que habían ido naciendo en mí», destacó.

Sin embargo, para el joven esta experiencia de traer un avión cargado de insumos médicos a Cuba fue algo diferente, sobre todo porque le dio la posibilidad de visitar por primera vez la Isla. 

«Cuando decidimos enviar la ayuda fue difícil comenzar, porque en el mes de agosto la mayoría de las empresas están de vacaciones, incluso yo también lo estaba, pero dejé mi descanso porque realmente valía la pena.

«En un inicio no pensé que íbamos a lograr cargar un avión entero. Y si arrendábamos
y no lo llenábamos pues sería un desperdicio. Sin embargo, no solo lo llenamos, sino que tuvimos que dejar una parte de las cosas allá, porque nos pasábamos de la carga», destacó.

—¿Cómo lograron movilizar a tantas personas?

—En Europa hay una red de apoyo a Cuba y al pueblo cubano. En Italia, en cada ciudad, en cada provincia, hay secciones de la asociación de amistad o de otros círculos, que no nacieron para apoyar directamente a ustedes, pero son personas de izquierda vinculados a temas culturales que
llegado el momento también se suman. Era solo preciso activarlos, y sucedió.

«También nuestros centros solidarios, donde vendemos los productos cubanos, están ubicados en asociaciones. Esos puntos de distribución se convirtieron en lugares de recepción para lo que se recaudaba, lo mismo insumos que dinero. Así logramos reunir muchas cosas. En el avión trajimos más de 200 metros cúbicos de medicamentos, materiales y equipos médicos», precisó.

—Te escuché comentar que compraron unas piezas que son para peceras y que pueden adaptarse a los respiradores de oxígeno. Los cubanos siempre estamos innovando, ¿lo han aprendido de nosotros?

—Pues sí, fue algo que se me ocurrió. No íbamos a poder enviar los respiradores de doble vía, lo cual es importante, porque pueden salvar dos vidas. Entonces me surgió la idea, y el diámetro del aparatico que se usa como respiradero para las peceras es igual, probamos y sí, funciona. Es una innovación “a lo cubano” —afirma con una sonrisa— y nos permitió traer lo necesario.

 «Ahora va a seguir el proyecto. Nuestra red está muy activada, las personas están muy motivadas, así que enviaremos otra donación, con lo que quedó allá y algo más. No será un avión, seguramente lo haremos a través de contenedores en barco. Lo importante es que llegue y seguir sumando personas a esta labor solidaria».

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