Comparecencia del Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez. Autor: Presidencia de la República Publicado: 11/07/2021 | 05:00 pm
Tenemos que interrumpir las jornadas dominicales de nuestra familia para compartir con ustedes un grupo de elementos que han estado aconteciendo este domingo como parte de las provocaciones de la contrarrevolución en el país, dijo el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Hace más de un año cuando se iniciaba el primer semestre de 2019 debimos explicar que nos enfrentaríamos a una coyuntura difícil a partir de todas las señas que ya daba el Gobierno de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump.
En ese periodo se adoptaron medidas de recrudecimiento del bloqueo, con el objetivo de que provocaran un estallido masivo en Cuba, que propiciaran la excusa de una intervención humanitaria, esas que terminan aplastando la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, como ya hemos visto en muchas ocasiones, señaló.
Mencionó, además, las 243 medidas que luego se sumarían y la inclusión de Cuba, al cierre del mandato Trump, en la lista unilateral de Estados Unidos de países patrocinadores del terrorismo.
En este contexto de asfixia se suspendió el envío de remesas desde Estados Unidos a las familias cubanas, se realizaron campañas internacionales de descrédito a las misiones médicas cubanas, dos fuentes de entrada de dinero al país, señaló.
Explicó que este conjunto de hechos fue provocando un desabastecimiento de insumos, de recursos para el normal desarrollo de la economía cubana, y para la producción y distribución de bienes y recursos, lo que ha derivado en un grupo de insatisfacciones, ha acrecentado un grupo de problemas ya existentes y que no hemos podido resolver, agregó
Todo esto unido a la fuerte campaña de desacreditación que pretende poner en crisis y romper el vínculo entre el Partido, el Gobierno y el pueblo cubano, agregó.
Les ha molestado mucho el ejemplo de la Revolución Cubana, afirmó. «Han aplicado un bloqueo cruel, recrudecido ahora ante las condiciones de pandemia y ahí está la maldad de todas esas acciones, las que no han tomado contra ningún otro país, ni contra los que consideran sus principales enemigos».
En medio de esas condiciones llega la pandemia, que ha afectado no solo a Cuba, sino a los países ricos también, quienes no tuvieron la capacidad de enfrentarla en un primer momento y colapsaron sus sistemas de salud. En medio de estas restricciones, con las reservas creadas en el país, con lo poco que tenía el país, y con lo que se ha podido adquirir es que hemos enfrentado estos desafíos, agregó.
«Lo hemos hecho con valentía, con coraje, sin claudicar, compartiendo lo que teníamos, no solo con Cuba, sino con el mundo». Así fuimos avanzando, así fuimos controlando brotes y rebrotes con un gran sacrificio del pueblo y de nuestros científicos.
Hemos creado cinco candidatos vacunales, uno de ellos reconocido ya como la primera vacuna latinoamericana, ya Cuba está vacunando a su población y esto es un proceso que lleva tiempo. En pocas semanas hemos superado el 20 por ciento de la población, señaló.
Pero en los últimos tiempos han empezado a circular en el país cepas más agresivas, que provocan una mayor transmisión de la enfermedad, provocando que la velocidad de los contagios sea superior al nivel de respuesta que podemos dar en nuestro sistema de salud.
Por otro lado, agregó, se han debido ampliar las capacidades de hospitalización en nuevos centros de aislamiento a los que se debe garantizar un aseguramiento energético. Ello a traído consigo apagones en los últimos tiempos, pues es mayor el número de circuitos energéticos a proteger para que se atiendan los pacientes positivos a la COVID-19, que ha provocado que el sistema de generación no pueda cubrir toda la demanda y se deba recurrir a los molestos apagones. Esta situación ha creado insatisfacción, incomprensiones y afectaciones a la población.
Al tener más enfermos también hay más consumo de medicamentos y las dificultades para adquirirlos siguen estando presentes. La situación epidemiológica actual no es un caso único cubano; Cuba logró postergarlo, pero al final lo ha debido enfrentar, dijo.
En medio de todo esto seguimos pensando en todo, trabajando para todos. Tenemos que ir a la experiencia del ingreso domiciliario por la falta de capacidades de algunas provincias. Uno no se cansa de admirar en medio de esta situación la capacidad creativa de nuestro pueblo, dijo. Si esos valores los acompañamos de unidad, de acción, en el menor tiempo posible, con vacunación y comportamiento responsable, cumpliendo las medidas higiénico-sanitarias, saldremos adelante.
De manera muy cobarde, sutil y oportunista, a partir de situaciones más complicadas que hemos tenido en provincias como Matanzas y Ciego de Ávila, esos que han apoyado siempre el bloqueo, que han sido siempre serviles al gobierno norteamericano, han comenzado a aparecer con doctrinas de corredor e intervención humanitaria, para fortalecer el criterio de que el Gobierno cubano no puede salir de esta situación, denunció.
¿Si de verdad están tan interesados en ayudar a Cuba y que se resuelvan los problemas del país, por qué no demandan el fin del bloqueo, una política injusta y genocida? ¿Qué fundamento moral sostiene que un gobierno extranjero le pueda aplicar esa política a un país pequeño, en medio, además, de situaciones tan adversas?
¿No es eso un genocidio, no es un crimen de lesa humanidad, los que se prestan para eso, para qué se están prestando?
Nos acusan de ser una dictadura, sí, una extraña dictadura que se preocupa por la salud y el bienestar de su pueblo, por crear políticas públicas, que está aspirando a vacunar a todos con una vacuna cubana, porque sabíamos que nadie nos iba a vender vacunas, no teníamos dinero para ir al mercado internacional a comprarlas.
«¿Por qué los otros países que han sufrido los picos pandémicos no fueron atacados en la prensa ni se les impuso como solución la intervención humanitaria? Creo que la historia y los hechos demuestran qué está detrás de todo esto, y para eso están tratando de desalentar y confundir a nuestro pueblo».
Señaló que cuando las personas atraviesan situaciones severas como las actuales pueden ocurrir hechos como el que tuvo lugar este domingo en San Antonio de los Baños, donde un grupo de personas se agrupó en uno de los parques más céntricos de la ciudad para expresas sus reclamos.
Advirtió que entre ese ese grupo de personas se encontraban personas de pueblo, con necesidades, que viven las carencias y dificultades actuales; personas revolucionarias con preocupaciones y también confundidas. Esas personas, buscaban un argumento y una explicación, acotando que eran revolucionarios mucho de ellos. Pero, continuó, estos hechos estaban encabezados «por un núcleo de manipuladores que sí se están prestando a las campañas que salieron en redes sociales como la famosa SOS Matanzas, o SOS Cuba, el llamado al cacerolazo que están haciendo hace varios días para que en varias ciudades de Cuba hubiera manifestaciones de este tipo». En un contexto, señaló, donde la situación dicta mantenernos en casa, protegidos, lo más posible.
Un grupo de compañeros de la dirección del país y la provincia de Artemisa nos presentamos en San Antonio de los Baños, dijo, donde conversamos con las personas que pedían argumentaciones. Después marchamos por el pueblo, para demostrar que en Cuba las calles son de los revolucionarios. Se refirió a otras localidades del país donde grupos de personas se han congregado movidas por esos propósitos.
«Los que están alentando que haya manifestaciones en Cuba no quieren para Cuba un bien de salud. Sus principios, su modelo, es el modelo neoliberal, es la privatización de los servicios médicos, de la educación, es que cada cual se salve como pueda».
«No vamos a entregar la soberanía ni la independencia del pueblo ni la libertad de esta nación. Somos muchos los revolucionarios en este pueblo dispuestos a dar la vida, no por consigna, sino por convicción. Tienen que pasar por encima de nuestros cadáveres si quieren enfrentar a la Revolución. Estamos dispuestos a todos y estaremos en las calles combatiendo».
«Separamos a los revolucionarios que puedan estar confundidos, separamos los que puedan tener determinadas preocupaciones, pero no vamos a permitir que ningún contrarrevolucionario, mercenario vendido al imperio, dejándose llevar por todas estas estrategias de subversión ideológica, vayan a provocar desestabilización en nuestro pueblo».
Convocó a todos los revolucionarios y comunistas del país a salir a las calles en cualquiera de los lugares donde se produzcan estas provocaciones, hoy y en los días venideros, y enfrentarlas con dedición y valentía.
«No vamos a permitir que nadie manipule nuestra situación, no vamos a permitir que nadie pueda defender un plan que no es un plan cubano.»