Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República, en recorrido por la provincia de Sancti Spíritus Autor: Lisandra Gómez Guerra Publicado: 07/05/2021 | 04:36 pm
SANCTI SPÍRITUS.— Los municipios tienen que desarrollarse y hacerse fuertes con recursos, posibilidades y tecnologías propias recalcó aquí Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República, durante un encuentro para evaluar el Plan de Soberanía alimentaria.
«Es que todos los procesos ocurren ahí, donde se hace la vida. Por eso, todo lo que hagamos tiene que perdurar. Recordemos que vivimos en una isla que sufre los embates de fenómenos meteorológicos y un recrudecido bloqueo económico financiero por el gobierno de los Estados Unidos».
En el encuentro con dirigentes políticos, gubernamentales y de los sectores con mayor peso en la economía espirituana, el también miembro del Buró Político del Comité Central del Partido añadió que cada localidad tiene que contar con reservas vivas (animales) y secas (granos) para que no haya ausencia de alimento en determinados períodos, ya sea por problemas de los recursos humanos como de la propia naturaleza.
«De septiembre a abril comprobamos que en Sancti Spíritus hay un discreto crecimiento en los resultados del programa de autoabastecimiento municipal, pero todavía los niveles de producción no satisfacen a la población. Hay que subir los rendimientos y producir con eficiencia y eficacia».
Acompañado por Deivy Pérez Martín, presidenta del Consejo de Defensa Provincial, y Teresita Romero Rodríguez, vicepresidenta de ese órgano, Valdés Mesa visitó la Empresa Agroindustrial de Granos Valle del Caonao, del municipio de Yaguajay, donde llamó a incrementar la eficiencia, reducir los gastos y trabajar por alcanzar los potenciales productivos de la entidad.
Tras ese recorrido, que le permitió constatar el quehacer de la planta de secado y beneficio de granos Eduardo Lamas, de Iguará, sus casas de cultivo y la zona de Batey Colorado, Valdés Mesa llamó a convertir a las bases productivas en el epicentro de su radio de acción.
«Su responsabilidad es social y tiene que ocuparse de su entorno, ya sea de la escuela o el consultorio del médico y la enfermera de la familia. Junto a esa labor, no se puede olvidar que hay que llegar hasta el último productor, porque hay que trabajar con la sapiencia del campesino y la ciencia», concluyó.