Prevenir la infertilidad desde edades tempranas asegura que, en el momento deseado, la descendencia llegue sin contratiempos Autor: Cortesía de la fuente Publicado: 24/06/2020 | 07:14 pm
El contexto demográfico cubano es complejo, y por ello se les presta especial atención a los elevados niveles de envejecimiento de la población y a la necesidad de estimular la fecundidad con el fin de acercarse al remplazo poblacional en una perspectiva mediata.
Sin embargo —y a propósito de que junio ha sido designado como el mes de la esterilidad—, el doctor Roberto Álvarez Fumero, especialista de I Grado en Pediatría y a cargo del Programa de Atención a la Pareja Infértil en el Ministerio de Salud Pública (Minsap), comenta a Juventud Rebelde que lo preocupante es la infertilidad, que puede ser prevenible y atenta contra ese objetivo de tener descendencia que, más allá de políticas y estrategias nacionales, es también el deseo de muchas parejas.
El experto en Salud Sexual y Reproductiva precisa que las causas esenciales de infertilidad son la falla ovárica por postergación del embarazo, las infecciones de transmisión sexual no curadas, el aborto usado como método para terminar un embarazo no planificado y a veces no deseado, y los riesgos reproductivos que no garantizan maternidad segura.
«Las posibilidades de concebir son inversamente proporcionales a la edad de la mujer, especialmente a partir de los 35 años. Respetamos su derecho a escoger el momento en que desean tener hijos, aun cuando se sabe que entre los 20 y 30 años encontramos el período reproductivo óptimo desde el punto de vista biológico y sicológico, pero las mujeres en edad fértil deben tomar en cuenta el potencial impacto sobre la fertilidad que conlleva posponer el embarazo.
«Aunque después de los 30 años aumenta el riesgo reproductivo preconcepcional, ello no significa que no puedan lograrse los embarazos, pero sí es vital acudir al médico para su identificación y eliminar o minimizar los riesgos existentes.
«Las infecciones de transmisión sexual (ITS) tienen un alto impacto en la salud reproductiva, y afectan el transporte de gametos y embriones por el tracto reproductivo. Esto es especialmente válido en la mujer, ya que la mayoría de las ITS cursan en forma asintomática, de ahí la necesidad de asumir prácticas de sexo seguro».
El también especialista de II Grado en Administración de Salud advierte que el aborto visto erradamente como método de planificación familiar es de los factores más lamentables, pues a pesar de ser en Cuba un proceder seguro no está exento de riesgos.
«La obesidad es un problema de salud creciente asociado a la morbilidad grave durante el embarazo, parto y puerperio. Muchas mujeres obesas conservan la capacidad de concebir, pero se ha determinado que el incremento patológico de grasa corporal repercute en diversos aspectos del aparato reproductivo femenino y puede dañar la ovulación y su fertilidad.
«Hábitos tóxicos como el tabaquismo, el uso de pantalón muy ajustado, el fomento de formas de exposición testicular al calor en hombres como montar bicicleta en exceso, motos y caballos son factores asociados a la infertilidad masculina, a los que se pueden agregar las hiperlipidemias, la hipertensión arterial y la diabetes mellitus, condiciones metabólicas que reducen la liberación y los niveles de testosterona», apunta.
¿Cómo prevenir la infertilidad?
Para lograr prevenir la infertilidad, mujeres y hombres deben sentirse motivados en el autocuidado de la salud sexual y reproductiva. Según Álvarez Fumero, «deben recibir, o interesarse por ello, orientaciones favorables para la salud por parte del médico y la enfermera de la familia, que les permitan tomar decisiones informadas sobre su proyecto de vida, así como sobre elementos de autocuidado».
Es importante, precisa, que se realicen acciones multisectoriales para prevenir los embarazos a edades tempranas y para eliminar barreras al acceso de jóvenes y adolescentes a los servicios de planificación familiar. «La elevada fecundidad adolescente es un verdadero desafío de la salud sexual y reproductiva a nivel internacional, y en nuestro país no ha dejado de ser un problema.
La tasa de fecundidad adolescente, agrega, registró una tendencia a la disminución entre 1994 y 2005, de 60 a 44,9 nacimientos por cada mil mujeres de 15-19. «Sin embargo, en los años siguientes comenzó un proceso de incremento. En el último decenio, este comportamiento muestra resistencia a su reducción».
Insistimos en que se debe incrementar la variedad, calidad y el tiempo dedicado a ofrecer mensajes dirigidos intencionalmente para informar a las parejas sobre la disponibilidad y acceso a servicios de planificación familiar y las ventajas de la anticoncepción de alta eficacia y larga duración (implantes, dispositivos intrauterinos y hormonales de progestágenos inyectables), destaca.
Programa esperanzador pero costoso
Desde que en 2007 se habilitó un laboratorio de reproducción asistida en el hospital clínico quirúrgico Hermanos Ameijeiras, ha estado entre las prioridades de nuestro sistema de Salud Pública mejorar y consolidar la infraestructura del Programa de Atención a la Pareja Infértil. En la actualidad se han fortalecido los
servicios municipales y la red de servicios provinciales de reproducción asistida, además de que se cuenta con los centros territoriales de alta tecnología.
Álvarez Fumero insistió en lo costoso de este tipo de técnicas y tratamientos en el mundo y para Cuba, a pesar de que se les brindan de manera gratuita a las parejas necesitadas. «Este programa no es el que asegurará saldar la deuda con el bajo índice de natalidad existente, pero intentamos contribuir al sueño de muchas parejas, quienes deben estar preparadas para enfrentar la angustia, la desesperación y, a veces, hasta las malas noticias.
«Para determinar la causa de la infertilidad, en las consultas existentes en cada municipio indicamos espermogramas, ultrasonidos durante el ciclo ovulatorio y otras pruebas y, en no pocos casos, mediante el servicio de consejería se resuelven una serie de dificultades en el terreno de lo sicológico-emocional, como puede ser el manejo del estrés.
«Se inician los tratamientos adecuados si hay infecciones, tanto en el hombre como en la mujer, y en caso de no trascender el esfuerzo, la pareja es dirigida de forma coordinada al centro provincial de reproducción asistida. Hasta cuatro intentos de gestación puede tener la pareja a partir de la técnica de la inseminación artificial en los servicios provinciales.
«Si fuera necesario, se realizan intervenciones quirúrgicas antes para eliminar los factores que impiden la implantación del ovocito, como pueden ser un fibroma, obstrucciones tubáricas o edemas en las trompas y endometriosis, entre otras. Al hombre se le aplican también técnicas de capacitación del semen para favorecer su movilidad o el aumento del número y se le opera el varicocele y otras patologías urológicas. A ambos miembros de la pareja hay que descartarles factores endocrinos u hormonales que incidan en su fertilidad», detalla.
Quedan las opciones que brindan las técnicas de reproducción asistida de alta tecnología. Ese es el caso de la fertilización in vitro en los centros territoriales, como los hospitales Vladimir I. Lenin, en Holguín; Gustavo Aldereguía Lima, en Cienfuegos; Ramón González Coro y Hermanos Ameijeiras, en La Habana.
«No obstante el empeño por llevar adelante este programa y brindarles felicidad a las parejas que son tratadas en él, es necesario elevar la cultura en relación con este tema de la prevención de la infertilidad en hombres y mujeres, porque no siempre podemos lograr los resultados que anhelamos, y porque en la mayoría de las ocasiones, se puede evitar llegar hasta ahí».