Alumnos del pase de nivel ponen en práctica conocimientos que le llegan vía WhatsApp Autor: Lisandra Gómez Guerra Publicado: 08/04/2020 | 12:30 pm
SANCTI SPÍRITUS.— La atípica paz que transita por la calle Frank País de la urbe del Yayabo se rompe, varias veces a la semana, por el ritmo de los perfectos compases que brotan de un piano y el toque de unas claves. Los pocos que caminan por allí se detienen a escuchar esos seductores acordes. Incluso, los más curiosos, han preguntado el porqué de esas clases, donde no se percibe a oídos ningún auditorio.
Entonces, la sorpresa se espeta en los rostros al conocer que, en efecto, entre las cuatro paredes de su vivienda, la joven Zahily Castillo Aloma viste su atuendo de profesora y aprovecha el tiempo para aportar a la formación de varios educandos de la Escuela Elemental de Arte Ernesto Lecuona, de Sancti Spíritus.
«Nada mejor que esta situación para aprovecharla y tratar de no paralizar el proceso docente, para que los alumnos se sientan estimulados y vean razones para seguir. Les preparo ejercicios de adiestramiento escrito como reproducción de melodías, ritmo, reconocimiento de escala; los organizo y se los envío por WhatsApp. Además tienen un plan de estudio para los ejercicios orales. Esta idea surge porque tengo alma de maestra y mi razón de ser es enseñar y ver el fruto en mis niños», revela a este diario por la misma aplicación en que transmite sus conocimientos.
Primero pensó en quienes están a las puertas de su pase de nivel, un ejercicio que exige de mucho estudio, y luego sumó al resto de sus educandos.
Desde otras muchas casas, ella recibe preguntas con dudas, acordes no tan afinados y fotos que confirman la puesta en práctica de cada una de sus sugerencias. Un método de contingencia por el que revisa lo realizado por sus alumnos. Hasta por Facebook le envían números de celulares para que sus ejercicios lleguen a quienes ella no forma.
«Algunos se han sorprendido. En cambio, los estudiantes más grandes llevan tiempo conmigo y ya me conocen. Saben cómo soy, de mi persistencia en el trabajo, sea cual sea la circunstancia y los padres también se han sumado», acota en mensajes de voz, que salen según la velocidad de sus datos móviles.
Desde hace casi 20 años, Zahily Castillo Aloma labora en la enseñanza artística espirituana, donde imparte sus saberes sobre Solfeo y Teoría de la música a quienes cursan desde el primero hasta el quinto año. Ya son varias las generaciones que agradecen el haber descubierto el fascinante mundo de las melodías tomados de sus manos.
«Para mí es un placer enorme trabajar, aunque sea a distancia. Sólo me preocupa que no todos han podido recibir los ejercicios, pues aún no tienen la posibilidad de acceder a Internet», alega, ahora con un tono más grave, esta maestra de 37 abriles, y sigue marcando los ritmos desde su casa mientras busca, de conjunto con los que sí tienen en sus móviles los ejercicios, alternativas para ayudar.
«Tratamos de difundirlos por otras aplicaciones que tengan menor costo como por ejemplo el Sijú y el ToDus. De esa forma, la mayoría podrá estudiar», alega al estilo de un Sí Mayor afinado.
Cuando la calma regrese, Zahily Castillo Aloma retomará su andar por varias cuadras desde su casa hasta la calle Raimundo, de la ciudad del Yayabo, donde se plantó hace años la Lecuona, de Sancti Spíritus. Allí encontrará la alegría de sus alumnos, quienes no tendrán que recuperar contenidos y sólo apostarán por continuar su preparación según la etapa prevista en el proceso docente educativo.
«Estoy convencida de que hacer mi trabajo desde casa no ha sido en vano porque veré los resultados, que es lo que más me complace. Para eso trabajo», añade al darle punto final a esta conversación, guiada por esta profesora espirituana al compás del WhatsApp.