Suchel Jovel garantiza su producción Autor: Hugo García Publicado: 02/04/2020 | 10:01 pm
JOVELLANOS, Matanzas.— Cuando se llama a prevenir la COVID-19 con mayor aislamiento en las casas y mucha higiene de la ropa y objetos de uso común, comprendemos el alto valor de garantizar la producción de jabón de tocador y detergente Limtel, dos renglones que generan una alta demanda en el mercado nacional, sobre todo en la red de tiendas del Ministerio de Comercio Interior (Mincin).
En la Unidad Empresarial de Base (UEB) Suchel-Jovel, enclavada en la entrada de este municipio, encontramos un colectivo con las pilas activadas para no detener la producción de sus productos estrella, incluso en medio de las imprescindibles restricciones y medidas de protección contra el nuevo coronavirus.
En una visita reciente supimos que en los dos primeros meses de 2019 lograron fabricar 1 585 toneladas del demandado detergente, y este año en igual período se acumularon 1 576 toneladas, por lo que la inestabilidad en el mercado no responde a una falta de producción.
«Hay garantías de financiamiento para producir las 9 596 toneladas del plan anual y ya la producción del primer trimestre se está entregando para la comercialización», sostiene a este diario la ingeniera química Belkis González Blanco, directora de la UEB.
«La línea de detergente no ha parado ni un día», asevera, y precisa que siempre estuvieron aseguradas las 800 toneladas mensuales que deben entregar, así que seguirán cumpliendo con las cantidades pactadas con el Mincin.
Es cierto que al hablar del detergente el pueblo se incomoda, porque la demanda es más alta que la oferta que puede asegurar esta empresa jovellense, pero «no es un problema de capacidad industrial, sino de financiamiento, pues solo se sufragan esas 9 596 toneladas (diez millones de frascos): unas 50 toneladas diarias», explica González.
Esta fábrica matancera produce también 57,4 millones de jabones de tocador, el 30,6 por ciento del total producido por el Grupo Suchel en todo el país, que tampoco da abasto.
Calidad certificada
Ante los estantes vacíos muchas personas especulan sobre la producción de detergente o cuestionan su calidad, pero expertos de esta industria y consumidores habituales consideran que su eficacia es alta en la limpieza de vajillas y en otros usos.
La ingeniera Química Madelaine González y la licenciada en Farmacia Irelis Guerra ratifican que el detergente se ha mantenido con el mismo rigor, desde la selección adecuada de las materias primas, el muestreo de la producción diaria y la certificación final en los análisis en el laboratorio central de todo lo que se fabrica. Además mantiene la estabilidad en cualidades como color, perfume y apariencia, además del PH, la viscosidad y el punto de enturbiamiento.
El ingeniero industrial Osvaldo Marrero Ledesma, tecnólogo de la planta de detergente, insiste en que los parámetros no han disminuido: «Ratificamos a la población que aún en medio de la situación actual, con dificultades para adquirir las materias primas importadas, todo se mantiene igual en relación con los atributos que distinguen a Limtel».
Asimismo, los ingenieros químicos Maikel Ferro, jefe de la planta de jabonería, y Arién García Méndez, especialista en procesos de esa línea, señalan que existe mucha disposición en el colectivo para cumplir los planes, con materias primas de calidad y con controles sistemáticos para lograr un óptimo jabón de tocador.
Ilegalidad que duele
El máster Raúl Méndez González, director técnico de mantenimiento, comenta que el bloqueo estadounidense afecta en el acceso a las materias primas y a las piezas de repuesto de la maquinaria, e incluso en la demora de la contratación, porque cuando se sale al mercado con la importadora a veces hay morosidad por parte de los proveedores y en ocasiones se debe acudir a terceros países.
Del financiamiento otorgado al Grupo Suchel para garantizar los productos de aseo con destino a la población, un millón de pesos se destina a las piezas de repuesto a partir de las necesidades, porque la tecnología cuenta con varios años de explotación.
«Aun así no hemos tenido interrupciones tecnológicas por falta de piezas de repuesto, aunque el año pasado se afectó tanto la producción como la importación por el tema de financiamiento», recalca Méndez González.
Por su parte el joven Humberto Bravo Rodríguez, de 24 años de edad y estudiante de la Licenciatura de Contabilidad y Finanzas en la Universidad de Matanzas, manifiesta que «duele ver a los revendedores con nuestros productos, porque nos sacrificamos mucho para que llegue a la población en el precio establecido».
A pesar de su juventud, Bravo Rodríguez es el balancista-distribuidor del área de aseguramiento y venta, una alta responsabilidad que incluye comunicarse con el Mincin de cada provincia para informarles del envío y comprobar si llegó en buen estado el producto, sin averías ni faltantes: «La situación con el combustible es crítica en el país, pero aun así hemos cumplido con las producciones y mantenemos estrecha comunicación con los transportistas, porque no podemos desperdiciar cargas», refiere el joven.
En nuestro recorrido conversamos con Jackson Herrera Cabrera, operador de máquina de soplado de plástico, un joven que durante varias ocasiones ha sido elegido como trabajador destacado del año. Por sus manos pasan 2 816 frascos en cada jornada en un ambiente nada placentero, por el calor que reciben las preformas para luego ser sopladas en un molde con vapor hasta convertirse en el pomo que conocemos.
«No digo que no a nada que haga falta para mantener la producción. Incluso venimos los domingos voluntariamente para adelantar la cantidad de esos recipientes», nos dice en plena labor.
A la vista
La visita del Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez el 11 de julio de 2018 es recordada por todo el colectivo, sobre todo por sus sugerencias y reflexiones: «Es muy estimulante visitar esta empresa, la cual después de haber formado parte de una asociación con un socio extranjero, es capaz hoy por sí misma de lograr producciones de calidad, con aceptación en la población cubana, demostrando que la empresa socialista cubana ciento por ciento es una posibilidad real», escribió el mandatario en el libro de visitas del centro.
La directora relata que la estancia del Presidente dejó como acuerdo la restitución de las capacidades productivas de esta UEB Suchel-Jovel, para lo cual ya se aprobó el estudio de factibilidad.
«Hoy buscamos financiamiento para sustituir importaciones e incrementar la producción, pero se mantiene el encargo estatal del sector económico interno, en especial la población», declara.
En el plan de 2020 se incluye una mayor apertura al mercado turístico, anhelo que deberá esperar ahora por su recuperación tras el cierre de ese sector por la COVID-19. En cuanto se logren las nuevas inversiones, empezarían a producir nuevas líneas de higiene para el hogar y en una segunda fase incorporarían productos como jabón, cremas corporales y champú, aumentando a la par la capacidad de elaboración del detergente líquido.
«El proyecto que presentamos en el estudio de factibilidad incluye el incremento de la capacidad productiva del Limtel a 19 000 toneladas», anuncia la directiva.
Esta UEB está encadenada con la industria nacional en materiales de envase y productos químicos. Aquí se trata de importar lo mínimo, pues la materia prima cubana brinda garantías de dos meses en almacenes para las preformas, las tapas, etiquetas y algunos químicos, y eso asegura la estabilidad de la producción.