En la audiencia trascendió que en el Servicio Militar Voluntario Femenino se conjugan el deber y la oportunidad para muchas jóvenes Autor: Zorileidys Pimentel Miranda Publicado: 26/11/2019 | 10:43 pm
PINAR DEL RÍO.— El Servicio Militar Voluntario Femenino (SMVF) es todavía un tabú en algunas familias cubanas. Acostumbrarse a las botas, el uniforme verde olivo, la mochila, las guardias, las caminatas, los días en campaña, es muy duro para las mujeres, según criterio de muchos.
Sin embargo, hay familias que agradecen que sus hijas vivan esta experiencia. Así se evidenció durante la audiencia parlamentaria que, sobre el SMVF, se realizó este martes, en Pinar del Río, auspiciada por la Comisión de Defensa y Orden Interior de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP).
Hasta el auditorio llegó el testimonio de Odalys Orraca Castillo, madre de una joven que durante un año permaneció en la Brigada de la Frontera, en Guantánamo. «Siempre es difícil aceptar que un hijo va a alejarse. En nuestro caso ya sabíamos que nuestra hija estaba dispuesta a cumplir el SMVF y, por tanto, existía una aceptación y todos estábamos convencidos de que esto era lo más conveniente para ella.
«La separación fue difícil, pero nos mantuvimos tranquilos porque siempre supimos que estaban muy bien cuidadas en todos los sentidos. En los primeros dos meses después de haber comenzado el servicio militar, mi hija me dijo: “mamá ya no llores ni te preocupes más, porque nosotras estamos muy felices; es verdad que tenemos que trabajar y cumplir con todas las actividades, pero también nos divertimos, la pasamos bien, y sobre todo aprendemos mucho”».
Como esta llegaron otras historias a la audiencia parlamentaria, la cual contó con la participación de combatientes de la Revolución, cadetes, familiares y representantes de varias organizaciones e instituciones del territorio.
Así fue la de Yusleidys Hernández Hernández, miembro del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), quien durante seis meses supo cómo es la vida en una unidad militar. «Fue una experiencia única para mí. Contribuyó mucho a mi formación. ahora soy más disciplinada y consecuente con las tareas de la Revolución. Siento un gran orgullo y tengo la satisfacción de estar preparada para defender la patria en cualquier circunstancia», dijo.
Luego, agregó que desde la UJC, en conjunto con la Federación de Mujeres Cubanas, «realizamos intercambios en los centros educacionales, proyectamos videos sobre mujeres que han vivido esta experiencia, conversamos con los padres y hemos tenido resultados concretos».
Por su parte, Yilena Valdés Llano, una joven de 19 años de edad, quien concluyó su servicio militar en agosto último, comentó que fueron 12 meses de aprendizaje. «Alcancé un grado de madurez increíble, me enseñó también sobre la vida militar, todo lo que necesito conocer para defender la patria. Además, pude estudiar y hoy curso el primer año de la licenciatura en Rehabilitación, algo que me apasiona muchísimo».
En la audiencia participó también el general de División José Antonio Carrillo Gómez, presidente de la comisión de Defensa de la ANPP y de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, quien reiteró que en los momentos actuales, junto a la economía, la defensa sigue siendo la gran tarea de todos los cubanos para mantener nuestro sistema social.
Asimismo, el papel protagónico de nuestras mujeres en las luchas independistas pudo palparse muy de cerca con las vivencias de la general de División Delsa Esther (Teté) Puebla Viltre, jefa de la Oficina de Atención a Combatientes y diputada a la ANPP, quien recordó la confianza de Fidel en la capacidad de las mujeres para defender la Revolución.
«Él siempre nos dijo: muchachitas no me vayan a fallar. y eso es algo que nosotras hemos cumplido. Por eso es que él dijo el 1ro. de enero de 1959 que cuando en un pueblo combaten los hombres y las mujeres ese pueblo es invencible».