Buque Escuela Simón Bolívar: un emisario de paz

CIENFUEGOS—. En su trigésimo primer crucero de instrucción al exterior Caribe 2019, el bergantín que honra el nombre del padre de la República Bolivariana de Venezuela, Simón Bolívar, atracó por primera vez en el muelle Olimpia Medina, en la Perla del Sur, donde permanecerá hasta el próximo domingo 26 de mayo.

Oficiales, cadetes y marineros de la embarcación fueron recibidos en tierra por el Capitán de Navío José Gregorio Ruiz Estrada, Jefe de la Misión Naval de Venezuela, el Mayor Hugo Muñoz Inciarte, Auxiliar del Agregado de Defensa de Venezuela, y jefes y oficiales de la Marina de Guerra Revolucionaria, la Región Militar de Cienfuegos y autoridades del Partido y el Gobierno en la provincia.

El barco, también conocido como El Embajador sin Fronteras, «juega un rol diplomático a nombre de la nación venezolana. En estos tiempos de agresiones estamos estrechando lazos con los pueblos. Traemos un mensaje de paz y solidaridad, de que realmente estamos avanzando, que somos progresistas, que cada día trabajamos para seguir superándonos a pesar de las adversidades», dijo el Capitán de Navío Comandante Alexander Rivero Sojo, quien instruye en su formación teórico-práctica a más de 80 cadetes entre 19 y 21 años, que cursan el tercer año de la Academia Militar de la Armada Bolivariana.

El Buque Escuela Simón Bolívar, de la Armada Bolivariana, zarpó el pasado 11 de mayo, de La Guaira, en el estado de Vargas, en un periplo de 105 días de duración en el que visitará una decena de puertos en Cuba, Nicaragua, Belice, México y San Vicente y Las Granadinas. En la travesía de regreso a Venezuela pasarán por la rada de la capital cubana, por la que han navegado en otras ocasiones, desde el viaje inicial en 2001.

Durante su estancia en Cienfuegos, oficiales y tripulantes del Simón Bolívar conocerán las características socioeconómicas, demográficas y culturales de la región, además de visitar sitios de interés como el Castillo de Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua y el Museo Histórico Naval, única instalación de su tipo en el país.

De igual forma recorrerán emplazamientos fruto de la cooperación Cuba-Venezuela como la Refinería de Petróleo Camilo Cienfuegos y la comunidad de petrocasas que visitara Hugo Chávez; y participarán en actividades protocolares y en un partido amistoso de softbol.

Viernes y sábado, desde la una de la tarde hasta las cinco, el Buque Escuela Simón Bolívar, de la Armada Bolivariana, estará abierto al público.

Cuba es una representación digna

El teniente de fragata José Domingo Morón Colmenares, de la División de Gestión Comunicacional de la Armada Bolivariana, fue el primero en tocar tierra como parte de su labor reporteril; aunque bien pudiera asegurarse que la admiración por Cuba, su cultura y su gente, no lo dejó contenerse en cubierta. Cámara en mano, este periodista recopiló flashazos de la primera vez del Simón Bolívar en Cienfuegos, y también de la suya en la isla conocida como la llave del Golfo.

«Crecí pensando que los cubanos eran los malos de la partida, expresa. Así nos decían allá cuando era niño. Ya tengo casi 40 años y he aprendido bien cuánto vale este pueblo. El Comandante Chávez desvaneció las fronteras. Aparecieron muchas verdades de su fuerza, su resistencia, su “maravillosa necedad”, como dice Silvio. Hacen falta más necios como ustedes».

En su pueblo natal el Teniente de Fragata ha podido compartir con muchos de los representantes de las misiones médicas en Venezuela, «les he abierto las puertas de mi casa con mucho cariño, he recibido su afecto y he sido testigo de las enseñanzas que este pueblo nos ha dejado», manifestó.

«Estos hermanamientos son vitales—expresó refiriéndose al contexto de hostilidad de Estados Unidos contra Cuba y Venezuela—, lo que vivimos hoy se parece mucho a nuestras gestas de independencia y vencimos. Pueden estar Bolívar, Martí y el Che viendo cómo triunfamos porque no nos van a ganar, no van a poder vencer».

Morón Colmenares no para de sonreír de tanta alegría por el sueño cumplido. «Es una verdadera bendición venir a saludarlos, estrechar sus manos, ver sus caras. Es muy reconfortante para nosotros, después de tantas millas de viaje, poder abrazar a los cubanos y cubanas».

—Pero si tanto le gusta Cuba sabrá bailar casino, le preguntamos.

«No sé bailar casino pero soy timbalero —dijo en buen cubano—me gusta de todo un poco: Manolito Simonet, Irakere, Van Van, William Vivanco, Frank Delgado, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés… aquí tienen ustedes pa' comer y pa' llevar».

El teniente de fragata José Domingo Morón Colmenares hace mucho que no cree en patrañas imperiales, para él Cuba es especial. «Dondequiera que vamos son símbolo de dignidad, es por eso que no me voy sin darle un beso a esta tierra».