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Saludable y con sello auténticamente cubano

Solo se produce sirope FOS en Japón, Bélgica, Estados Unidos, Francia y Corea del Sur

Autor:

Lisandra Gómez Guerra

SANCTI SPÍRITUS.— La fabricación de fructooligosacáridos (FOS) a partir de una enzima de origen vegetal expresada por vía recombinante en una levadura se convierte en el resultado científico de cabecera del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), de esta provincia, en alcanzar propiedad intelectual y aplicación práctica con patente concedida en Cuba y otros países como Estados Unidos, Australia, Eurasia y Sudáfrica.

El producto, donde predomina la 1-kestosa —componente de menor grado de polimerización, así como mayores, efecto prebiótico, poder edulcorante e interés terapéutico y comercial—, es un sirope que se produce a partir del azúcar mediante un proceso biotecnológico previo.

Su consumo, de acuerdo con declaraciones a la prensa del ingeniero químico y Doctor en Ciencias Enrique Rosendo Pérez Cruz, máximo líder del equipo multidisciplinario de científicos espirituanos y habaneros, genera beneficios secundarios en la salud como el control de la hipertensión arterial, la diabetes y diarrea.

Igualmente está demostrado que incide en la disminución de sustancias tóxicas y putrefactas en el intestino grueso; previene el cáncer de colon; reduce la tasa de colesterol en sangre; absorbe minerales y modula las funciones del sistema inmune…

Todo ello porque, aunque los FOS mantienen las principales propiedades químicas y organolépticas del azúcar, al llegar al intestino grueso son utilizados como fuente de carbono de manera selectiva, lo que provoca que disminuyan las poblaciones de bacterias patógenas.

Esta novedad científica —con cimientos en 2002— tiene un impacto económico importante, ya que una tonelada de sirope FOS purificado cuesta cerca de 8 000 dólares en el mercado internacional. Hoy, con pruebas suficientes, se ha demostrado que en Cuba se puede producir la enzima de origen vegetal que transforma la sacarosa en el referido producto.

En el pasado año se fabricaron 6.28 toneladas, gracias a la imbricación entre el CIGB, el Instituto Cubano de Investigaciones de los Derivados de la Caña de Azúcar (Icidca) y la Unidad Empresarial de Base Ignacio Agramonte, de Azcuba en Camagüey.

Con registro sanitario, la introducción de este sirope se fomenta en empresas cubanas que producen alimentos, así como se promueve a nivel internacional, ya que sólo se produce en Japón, Bélgica, Estados Unidos, Francia y Corea del Sur. Cuba tiene como ventaja con respecto a esos países que no importa sacarosa. Esto impulsa, además, la reanimación de las industrias y contribuye a la preservación del recurso humano.

 

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