SANCTI SPÍRITUS.— «El primer día encendí todas las luces y mi hijo me preguntó por qué lo hacía. Y es que bastante tiempo estuve a oscuras. Solo tenía un radiecito de pila. Viví loca porque esto llegara desde el año 1962. El Comandante en Jefe nos lo prometió y yo sabía que él nunca falla», dice Carmen Marcos, residente en Guanayara Arriba, en Trinidad, horas después de que gracias a un programa sustentado en el uso de energía renovable su vivienda fue electrificada.
Como ella, pobladores de puntos intrincados de la geografía espirituana como Topes de Collantes, Limones Cantero, Los Cerros, Santa Rosa y Manacal han dejado atrás aquellas jornadas donde un quinqué o chismosa raída por el tiempo eran sus únicas acompañantes en las noches. Ahora conocen los rostros de los presentadores de las noticias y hasta siguen las novelas de turno.
«Imagínate, antes te enterabas por otra gente de lo que pasaba. Ahora sí ya nadie nos puede hacer un cuento y cuando venga un ciclón estaremos más informados», asegura Yosvany Pereta, otro beneficiado.
Pero llegar hasta esos intrincados parajes, donde para no pocos era una utopía electrificar, no fue cuestión fácil. Un video que se realizara Dassiel Leal, especialista de la Empresa Eléctrica, (EE), en Sancti Spíritus, en pleno ascenso, delata que subir en mulos o a caballo precisa de entrenamiento.
«Eran más de tres horas muchas veces subiendo, incluso por terrenos pedregosos. No había otra forma de llegar hasta allí. El cansancio y la fatiga de los días sin descanso solo eran retribuidos por la alegría cuando se prendían las bombillas», refiere con la voz entrecortada, como si aún recorriera los inhóspitos terrenos.
Al llegar con las arrias de mulo cargadas con los módulos, los pobladores de las localidades no dudaron en demostrar su alegría y se sumaron al convite que tras desembolsar equipos, apretar tornillos y tuercas, subir a pequeñas alturas los paneles y ajustar cables, esparció la luz.
«Desde que supimos que vendrían nos preparamos para ayudarlos. Esto ha sido lo más grande que nos ha pasado», cuenta Amelia Brito con brillo en sus ojos.
Según Reinier Hernández, especialista de la Empresa Eléctrica, cada módulo solar de 250 watt cuenta con cinco extensiones de seis, nueve y 15 metros, respectivamente. Además, posee cinco lámparas LED y se puede instalar un televisor, una radiograbadora, un DVD; equipos todos no altos consumidores.
«Se les ha explicado que hornillas, refrigeradores y otros equipos altos consumidores no pueden instalarse porque no alcanza la capacidad de generación. La tarifa de pago mensual es de diez pesos y el mantenimiento recae en la Empresa Eléctrica. Ante cualquier avería deben informarnos y acudiremos de inmediato», añadió.
De acuerdo con Misael Rodríguez Márquez, director de la Empresa Eléctrica en Sancti Spíritus, desde 2016 hasta la fecha se han beneficiado 609 viviendas con ese servicio, única vía para las zonas intrincadas.
«Después de varios censos, apostamos por volver a revisar cada palmo de las localidades porque la misión era no dejar a nadie sin el servicio. Y lo logramos, a pesar de las adversidades del terreno y las lluvias. Hoy todo el sector de nuestro territorio se siente muy satisfecho, sobre todo porque cumplimos con un sueño de Fidel Castro», expresó el directivo.