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Poema de Raúl Ferrer en antología mundial

El documento oficial donde se hace constar la selección del referido poema, firmado por Alfred Asís, Paz Ortuxa y René Aguilera Ferro, refiere que «solo los grandes de espíritu sienten, ven y hacen las cosas desde el corazón y no por obligación»

Autor:

Luis Hernández Serrano

Un poema en cuatro décimas que nuestro gran poeta, maestro y pedagogo cubano Raúl Ferrer escribió en 1955, acaba de ser seleccionado para formar parte de la antología internacional Mil poetas, mil obras, coordinada por el reconocido intelectual Alfred Asís, de la institución Poetas del Mundo, en Chile.

El documento oficial donde se hace constar la selección del referido poema, firmado por Alfred Asís, Paz Ortuxa (abogado de la institución) y René Aguilera Ferro (de la organización Unión-Escritores-Artistas), refiere que «solo los grandes de espíritu sienten, ven y hacen las cosas desde el corazón y no por obligación».

La obra a la que nos referimos —enviada a esa suerte de certamen mundial por la bibliotecaria de la Asociación de Educadores de Cuba, Gloria Salomé Nejme Franco— fue publicada en 1990 en el libro El retorno del maestro, con prólogo del también notable poeta de nuestra patria Félix Pita Rodríguez y editado por la colección Biblioteca Escolar, de la Editorial Gente Nueva.

 

Guayabera

Hermana del gallo fino,

de la tarde y la visita,

en ti ligera y bonita

mi talla de campesino.

En el fresco del camino

me colmas de primavera…

Eso, si la tierra fuera

de quien la siembra y la cuida,

porque ¡la tierra es la vida

vestida de guayabera!

 

Con espejos de almidón

en los puños y en el cuello,

prestigia tu holán un sello

de palmera y de danzón.

En el nácar de un botón,

carmín de mi compañera…

Eso, si el tabaco fuera

más de la vega que fumo,

porque ¡el tabaco es el humo

vestido de guayabera!

No quiero que se me seque

la sal que lleve el sudor

cuando bandurrias de amor

te empapen en el guateque.

Cauto, Sagua, Mayabeque

de guajira lavandera…

—Eso, si el trabajo fuera

de quien suda y se lo gana,

porque ¡el trabajo es mañana

vestido de guayabera!

 

De regreso ensangrentada,

libérrima tu presencia,

con olor a independencia

y a riqueza rescatada.

Rota, pero iluminada

con la luz de la bandera.

—Eso, si la Patria fuera

como la quiso Martí,

porque ¡Patria es un mambí,

de machete y guayabera!

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