Liliet imparte Español-Literatura a cuatro grupos de octavo grado. Autor: Margarita Barrios Publicado: 21/11/2017 | 10:38 pm
El déficit de docentes en las escuelas cubanas es un mal que trasciende varios cursos escolares. Al inicio del actual período lectivo, según datos aportados por el Ministerio de Educación, la cobertura alcanzaba el 95,2 por ciento.
Aunque el problema no se manifiesta igual en todas las provincias, ni tampoco en todos los niveles de enseñanza, para solucionarlo, y para que ningún estudiante quede sin recibir todas las clases, se adoptan alternativas, entre ellas aparecen maestros que imparten mayor número de horas clase.
Durante años muchos docentes asumieron esa sobrecarga de trabajo sin ninguna remuneración adicional. Hoy las cosas han cambiado.
La secundaria básica Enrique José Varona, del municipio habanero de Diez de Octubre, tiene una matrícula de 352 alumnos y 13 grupos, con un promedio de 25 alumnos por aula, y cuentan con 23 profesores. En el centro varios maestros han tenido que asumir más grupos de los que les corresponden, debido a la falta de docentes en algunas asignaturas.
La licenciada Liliet Basulto Domínguez imparte Español-Literatura a cuatro grupos de octavo grado y además es profesora guía. La asignatura tiene cinco frecuencias semanales, por lo tanto está frente al aula durante 20 horas.
«Tengo 12 años de trabajo como maestra. Ahora recibo mi salario de 625 pesos más 620 por la sobrecarga docente. Es un estímulo para cada uno de los que tenemos que hacer un esfuerzo superior. Creo que es muy positivo, porque estamos resolviendo un problema y, a la vez, nos sentimos estimulados», destacó.
Al preguntarle sobre su autopreparación y otras funciones que debe realizar un maestro como revisar libretas, evaluar a sus alumnos, Liliet argumentó que saca tiempo para todo, como hace desde hace varios años. «Es imprescindible realizar un esfuerzo mayor para colaborar con el país y continuar llevando adelante la obra educacional que nos proponemos. Que se reconozca nuestra labor con esta nueva Resolución lo considero justo».
En el mismo centro escolar, el profesor Yudelvis Pérez Turro imparte Matemática a cinco grupos de octavo grado —la asignatura tiene cinco frecuencias semanales— y además se desempeña como profesor guía.
«Recibo más de 1 200 pesos mensuales, y pienso que la retribución por mi trabajo es adecuada. El esfuerzo que realizo es grande y la responsabilidad alta, porque no es dar clases solamente, es lograr que mis alumnos aprendan».
El profesor Yudelvis tiene 17 años de trabajo como docente. Siempre ha impartido esa asignatura, con esos conocimientos y experiencia asegura que le resulta más viable asumir el reto. «Cuando termino el horario de clases me quedo una o dos horas en la escuela todos los días. Es el tiempo para revisar libretas, llenar los registros. Si cada maestro debe tener un promedio de cinco clases preparadas por adelantado trato de tener ocho, eso me da más espacio para la autopreparación.
«Además, como profesor guía de un grupo debo conocer a mis alumnos, hacer el diagnóstico adecuado de todos. Es una gran dedicación la que lleva esta profesión, eso ya lo sabemos. A más alumnos, mayor tiempo empleado en hacer el trabajo. Que te paguen más es lo adecuado», subrayó.
«El estudiante se solidariza con el trabajo del maestro, porque sabe que hace la labor que debió desempeñar otro. También los padres, que saben que estás dando el máximo, y se sensibiliza a otros docentes para asumir lo que se necesita. Esforzarme todo el día dando clases es fuerte, pero soy recompensado con el salario que recibo», concluyó.
Rafael Pérez Fiallo es el director de la escuela. En su opinión, la resolución es justa y le permite atenuar la situación que tiene con la falta de docentes.
«Pienso que el profesor que se esfuerza más debe recibir un incentivo. En esa situación aprende a organizarse bien para aprovechar el tiempo y realiza una mayor preparación, lo cual de todos modos aporta enseñanzas para la vida. Además, tiene un incentivo monetario que se justifica con su labor, y eso es importante», precisó.
—¿Cuál es el papel del director de la escuela para poner en práctica esta Resolución?
—Es fundamental. Hay que organizar y planificar el trabajo. Es imprescindible tener un dominio del documento, que tiene varios acápites. Los directivos recibimos una preparación para aplicarla, pero hay que estudiarla bien para no cometer errores.
«Es preciso explicarle a cada uno de los profesores las razones por las cuales se paga y verlo de manera mensual, porque puede cambiar la intención de pago. También es muy importante llevarlo a la asamblea de afiliados, para que todos los trabajadores conozcan detalladamente quiénes reciben ese dinero y por qué», fundamentó.
«La Resolución 249 de diciembre de 2016 se aprobó para todo el país luego de haberse experimentado en La Habana el pago adicional a los maestros. Para garantizar la docencia y cumplir los programas de todos los niveles de educación es necesario asumir alternativas debido al déficit de profesores, y entre ellas se encuentran los contratos por horas. Los miembros de los consejos de dirección tienen que asumir docencia, además de sus funciones», explicó Mariana Zenaida Camacho Hernández, directora nacional de Recursos Humanos del Ministerio de Educación.
Mariana Zenaida Camacho Hernández, directora nacional de Recursos Humanos del Mined. Foto: Margarita Barrios
«En el documento se explica el procedimiento a seguir para el pago adicional por el incremento de la carga docente, que tiene varias manifestaciones. Por ejemplo, en la Educación Primaria el maestro debe atender un grupo de hasta 25 alumnos. Quien tiene una cantidad mayor es beneficiado por la nueva medida.
«También hay divisiones por rangos. Si en Primaria atiende de 26 a 30 estudiantes recibe un pago adicional de 200 pesos; a partir de 31 estudiantes son 250 pesos. Si cuida a sus alumnos en el horario de almuerzo porque no cuenta con asistente educativa en el grupo recibe 80 pesos más.
«El incremento de la carga docente en otros niveles de Educación tiene también diversas categorías, según las frecuencias de clases a la semana, que dependen de la asignatura, y la cantidad de grupos que se asuman.
—¿Cuánto puede llegar a ganar un profesor?
—El salario básico de un profesor graduado de nivel superior es 555 pesos y de nivel medio 415. A esto se suman los por- cientos por años de servicio, por las condiciones del centro. Si es de Educación Especial recibe 40 pesos; si es una escuela de conducta, 70 pesos. Si es un preuniversitario interno gana 60 pesos, entre otras variantes ya establecidas. A ello se añade ahora lo que reciben por esta nueva Resolución en caso de tener sobrecarga docente.
—¿Cuántos maestros se benefician con la nueva Resolución?
—Hemos llegado a tener hasta 19 000 maestros beneficiados, pero la cifra varía incluso por meses, pues está en correspondencia con las necesidades, y puede haber algún profesor que se incorpora. En septiembre último, por ejemplo, fueron 12 189 de todos los niveles educativos los que recibieron ese pago adicional.
«Como ya comentaba, el experimento comenzó el curso pasado en La Habana y se acordó extenderlo al resto del país desde enero de 2017, porque se comprobó que era viable y justo. Hay maestros beneficiados en todas las provincias, menos en Santiago de Cuba y Guantánamo, donde la cobertura docente es adecuada.
«Debo destacar un detalle muy importante: el pago adicional lo asumimos con el presupuesto que no se ejecuta, lo cual ocurre por muchas razones: por la maestra que está de licencia de Maternidad, o quien salió de licencia sin sueldo, o un peritaje médico. También, por supuesto, están los que causan baja y las plantillas incompletas.
«Por lo tanto, la Resolución no debe ser permanente. En la medida en que se completen las plantillas de los centros, necesariamente dejará de existir por su propio peso. Debo aclarar que no es un incremento de salario», subrayó.
—¿Se elige al profesor que asumirá la sobrecarga docente?
—La selección de los profesores se decide en la escuela. El director del centro tiene que saber, por su desempeño, quién puede hacerlo. A ese maestro se le da un seguimiento por especialistas de Educación del municipio y de la provincia, porque tiene que resolver el problema sin afectar la calidad.
«He podido conversar con los maestros y se sienten satisfechos con lo que reciben. Pero es importante recalcar que no se puede utilizar la Resolución de manera irracional. Un profesor no debe asumir más de 24 horas clase a la semana. Eso es ilógico. No le quedaría tiempo para su autopreparación».