Ilustración Autor: Adán Iglesias Publicado: 21/09/2017 | 07:01 pm
¿Alguna vez te preguntaste de dónde provienen los signos de más (+), menos (-) e igual (=) que usamos a diario?, ¿cómo los representaban nuestros antepasados en sus operaciones? o ¿quiénes fueron los primeros en utilizarlos de la manera que hoy los conocemos?
Según un artículo publicado el pasado 16 de julio por el diario digital BBC Mundo, el símbolo que empleamos para indicar que estamos por revelar un resultado tiene apenas 460 años de existencia y fue creado por un galés del siglo XVI que a los 14 años ya estudiaba en la Universidad de Oxford y a los 21 enseñaba matemática allí mientras cursaba medicina.
Este genio con final trágico —murió en la cárcel a los 48 años— se llamaba Robert Recorde y, entre una cosa y otra, escribió varios libros de texto en los que explicó astronomía, geometría y aritmética en inglés, en vez de en latín, como era la costumbre de la época, y que implicaba que solo la gente educada en la antigua lengua podía leerlos.
Recorde lo hacía para personas comunes y corrientes, y en su último libro, The Whetstone of Witte (La piedra de afilar de Witte), publicado en 1557, le dio al mundo el símbolo para «igual» (=).
Explica la fuente que el ingenioso matemático dejó la medicina en algún momento de su vida para trabajar en las casas de moneda de Bristol, Londres y Dublín como supervisor, donde le molestaba sobremanera tener que escribir una y otra vez que un lado de una ecuación era igual al otro lado de ella.
«Para evitar la tediosa repetición de las palabras “es igual a”, usaré lo que a menudo uso en mi trabajo: un par de paralelas», escribió. ¿La razón? «No hay otras dos cosas que puedan ser más iguales».
Además de =, el galés usó los símbolos alemanes + y -, permitiéndole a la gente expresar ecuaciones matemáticas rápidamente sin gastar tanta tinta. No obstante, el latín siguió dominando durante el siglo XVI, de manera que tomó un tiempo antes de que el símbolo = reemplazara a la palabra «aequalis».
+ Y –, la historia
Solo un poco más longevos que el signo de =, son los de suma (+) y resta (-). El primero de ellos con 600 años facilitándole la vida a los seres humanos.
De acuerdo con BBC Mundo, los antecesores más antiguos de estos símbolos descansan en el papiro de Ahmes —también conocido como papiro matemático Rhind—, un texto didáctico que contiene varios ejercicios matemáticos y donde un par de piernas caminando hacia adelante indican una suma y en sentido contrario una resta.
Le siguen los griegos, que si bien usaban esporádicamente el símbolo / al sumar, por lo general expresaban la adición por medio de la yuxtaposición; y un poco más cercano en el tiempo, hacia el final del siglo XV, el matemático francés Nicolás Chuquet y el italiano Luca Pacioli, quienes empleaban «p» (plus) para sumas y «m» (minus) para restas.
Sin embargo, destaca el sitio digital, a mediados del siglo XIV el astrónomo Nicole d’Oresme ya había usado el símbolo + como abreviación de «et», que significa «y» en latín. De hecho, pocos dudan que el origen de + fuera este vocablo, pero no todos usaban al principio el + que conocemos.
Matemáticos como el escocés David Hume, el neerlandés Christiaan Huygens y el francés Pierre de Fermat usaban la cruz latina, a veces hasta acostada; el español Juan de Hortega y el inglés Edmond Halley, entre otros, preferían la más ornamental.
El origen del -, en contraste, no es claro. Lo que se sabe es que aparece en un manuscrito alemán de 1481 que fue encontrado en la Biblioteca de Dresde. Y en un manuscrito en latín del mismo período aparecen tanto el + como el -.
Ambos fueron examinados por el matemático alemán Johannes Widmann, quien los usó como si fueran conocidos. Además, su Aritmética mercantil, publicada en 1489, fue el primer libro impreso en el que aparecen los dos símbolos que aún usamos para indicar sumas y restas.