El Festival provincial contagió con su alegría juvenil a la ciudad de Guantánamo. Autor: Lorenzo Crespo Silva Publicado: 21/09/2017 | 07:01 pm
GUANTÁNAMO.— Cinco jueces, un fiscal y seis testigos. Frente a ellos, cien muchachas y muchachos que arrastraron tras de sí a un «montón de gente» hasta el parque José Martí, el más frecuentado espacio público de la Ciudad del Guaso, donde fue condenada, con voz joven y enérgica, la presencia de la base naval yanqui que les roba un trozo de la tierra que aman y defienden.
Alcanzados todos por el dolor de esa espina clavada tan cerca, también reservaron en el tribunal antimperialista —concebido como una de las actividades principales del Festival Provincial de la Juventud y los Estudiantes— un espacio para que se escucharan otras voces de naciones heridas por la injerencia extranjera, como la del joven Akín Abdala Ismael, doctor recién graduado de la Universidad de Ciencias Médicas de Guantánamo. Él exigió la devolución de la zona de Mayotte, perteneciente a su país y situada en el extremo norte del canal de Mozambique, en el archipiélago de las Comoras.
Este momento estuvo precedido de abundantes actividades recreativas, conga incluida casi de una punta a otra del centro de la ciudad, venta y presentaciones de libros, exposiciones fotográficas y de manualidades, talleres de apreciación y creación promovidos por los instructores de arte, así como tareas productivas y de saneamiento ambiental.
Fue un festival muy provechoso para repasar la presencia del pensamiento del Héroe Nacional, José Martí, y del Comandante en Jefe, Fidel Castro, en la obra educacional cubana.
En la jornada de clausura del certamen se dio a conocer la representación guantanamera a Sochi, integrada por 11 delegados, cuatro de ellos seleccionados de manera directa.