«El programa de rescate del plátano vianda tiene ya más de 100 hectáreas en producción y el compromiso es duplicar esa área para estabilizar tal producto en los mercados». Autor: Glenda Boza Ibarra Publicado: 21/09/2017 | 06:49 pm
ABREUS, Cienfuegos.— Un amplio programa de desarrollo que incluye el montaje de cinco nuevas máquinas de riego ocurre en la Unidad Empresarial de Base Agropecuaria Juraguá, en el municipio de Abreus, con el propósito de rescatar la producción del plátano y otros alimentos.
Rolando Pérez Ramos, director de la UEB explicó a la prensa que para ello han eliminado varias áreas ociosas infectadas de marabú que tenían más de 15 años sin explotación.
«El programa de rescate del plátano vianda tiene ya más de 100 hectáreas en producción y el compromiso es duplicar esa área para estabilizar tal producto en los mercados».
Teniendo en cuenta que el 70 por ciento del plátano que se consume en Cienfuegos viene de otras provincias, es una premura para los trabajadores de esta UEB, otrora con buenos resultados en la siembra platanera, aumentar los niveles productivos.
«Hace un tiempo llegamos a tener cero plátano fruta o vianda, y ya hoy pretendemos alcanzar los 1500 y 2500 quintales entre esas variedades y la de burro».
A sabiendas de cuánto significa para la cocina cubana el uso de ese alimento en diversas recetas, los más de 640 campesinos de esta unidad se empeñan en el cuidado de los platanales.
Alis Portelle Suárez, guajiro que trabaja en la granja número 1 de la UEB, explicó que el área no tiene problemas con el riego.
«En nuestras 12 ha se aplica un sistema de nueva tecnología, el cual, adaptado a nuestras condiciones, con una yunta de buey y solo 5 trabajadores, nos permite aumentar el rendimiento».
Indicó que, al igual que la UEB, además de fomentar la producción de plátano también laboran en incrementar los volúmenes frijoles, yuca y boniato, este último todavía con dificultades, pero superior a 2015.
Conocido hace más de dos décadas por el Plan Plátano, la empresa de Juraguá pretende alcanzar los volúmenes productivos de antaño y lograr, con la estabilización de los productos en los mercados, la disminución también de los precios de este alimento imprescindible en la cocina cubana.