En la fabricación se emplean sobrias y atractivas figuras decorativas en la cara visible de la losa. Autor: Lorenzo Crespo Silva Publicado: 21/09/2017 | 06:28 pm
GUANTÁNAMO.— La producción de piezas de falso techo con el empleo de yeso y fibra de coco hoy es suceso local, pero se tiene la pretensión de que cruce fronteras y se abra camino en el mercado nacional, a partir de mejoras tecnológicas en el proceso, en estos momentos completamente manual.
Elvia Pérez Cisneros, analista de producción para la atención de proyectos, dijo a JR que se trata de una alternativa viable para generar ingresos, favorecida por el auge de las inversiones constructivas en el sector empresarial y privado.
Mientras el yeso, constituido por sulfato cálcico, suma el mayor peso y costo de la producción —una tonelada cuesta 250 pesos en CUC y mil pesos en CUP—, la fibra del llamado Árbol de los cien usos las aligera notablemente y les aporta consistencia. Esa fue la variante para no sobrepasar los 3,5 kilogramos de peso de las que Cuba importa en estos momentos.
Las piezas son fabricadas en un taller de artesanía de la empresa provincial de Industrias Locales Varias, donde anteriormente se producían esos elementos, pero a partir del yeso y soga de polietileno, con demasiado peso para las tendencias de uso en el mercado actual.
En la fabricación se emplean sobrias y atractivas figuras decorativas en la cara visible de la losa. Aunque apenas han comenzado, desde finales del pasado año hasta la actualidad, a pesar de disponer de unos pocos moldes, la producción ronda las 700 unidades de dos dimensiones (60 por 60 y 50 por 50 centímetros) y de color blanco o amarillo, según el tono del yeso empleado.
Precisamente ese componente de las piezas de falso techo, aunque llegan a la industria de esta provincia desde Santiago de Cuba, se extrae en Los Siguatos de San Antonio del Sur, a unos 50 kilómetros de la ciudad de Guantánamo.
El precio de venta establecido es de 65 pesos para las entidades y 85 para el comercio minorista, que hasta ahora son los principales destinos de las losas.
La Empresa provincial de Industrias Locales Varias, con la marca reconocida Velisa, trabaja para patentar el proceso.