ARTEMISA.— Desde el 12 de enero, en 13 nuevos mercados estatales de Comercio y en 16 bodegas ubicadas en asentamientos poblacionales, se inició la venta de productos agropecuarios a precios oscilantes, con valor máximo fijado por el Consejo de la Administración Provincial, órgano facultado para tal proceder, según precisó su jefa, Teresa Martínez Mendaro.
Los mercados, situados uno en cada municipio, excepto Bauta, San Antonio y Artemisa, con dos, pertenecen a Comercio, pero son abastecidos por las empresas agropecuarias a través de Acopio.
En el municipio de Alquízar, el punto de venta la Vizcaína, que comenzó a funcionar desde el 6 de enero, gana poco a poco la preferencia de los consumidores por exhibir precios más bajos. Ello lo confirmó el profesor de Historia José Luis Collazo Hernández, quien los ve mucho más acordes con el salario medio de un trabajador.
Entretanto, Yusleivys García consideró esta una opción que puede contribuir a que los particulares bajen el precio para competir y no perder clientela. «Es una alternativa válida que debe perfeccionarse con el tiempo y crecer en el número de productos y en las cantidades de cada uno».
Diez productos ya tienen fijado su precio: malanga, boniato, papa, plátano, yuca, tomate, col, calabaza, zanahoria y cebolla. Sobresalen con un precio un poco más atractivo que el de los vendedores particulares la malanga, que cuesta entre 2 y 3,50 pesos la libra, según la variedad, y el tomate. Estos son, al decir de Oscar Jústiz, especialista de la UEB de Comercio en Alquízar, los de mayor aceptación.
Roilán Oseguera Rodríguez, dependiente de una de las dos tarimas, precisó que el abastecimiento todavía es insuficiente, principalmente en el caso de las hortalizas, que entran en pequeñas porciones. «También vendemos otros productos como arroz, frijoles y chícharos».
Los precios variarán de acuerdo con la etapa del año, el costo de producción, los volúmenes productivos y el costo y la entrega de insumos a los campesinos. Esta medida sin dudas debe tener un impacto positivo en la población, pues, pese a ser Artemisa de las provincias más productoras del agro en Cuba, son excesivamente altos los precios de venta fijados allí por la oferta y la demanda.
Para lograr este propósito es vital el monitoreo constante, en pos de que se mantengan abastecidos los puntos de venta, lo cual dependerá de eficientes procesos de contratación desde el momento de la siembra y del uso correcto de la tierra, así como de la eliminación, al máximo, de los intermediarios.