Bodegón El León de Oriente, entre las obras abiertas por los 145 años de que Guantánamo fuera reconocida como villa. Autor: Lorenzo Crespo Silva Publicado: 21/09/2017 | 06:22 pm
GUANTÁNAMO.— El otorgamiento de la estatuilla La Fama, símbolo de la ciudad del río Guaso, a un grupo de personalidades y entidades que contribuyen al enriquecimiento espiritual y material de esta urbe, fue punto central de la sesión solemne de la Asamblea Municipal del Poder Popular, celebrada la víspera en la recién estrenada plaza 24 de febrero.
Esta vez merecieron el reconocimiento el combatiente internacionalista en la gesta del Congo Bernardo Trimiño, el actor Samuel Claxton, el cantante Waldo Mendoza, el conductor de espacios radiales y televisivos José Mejías, el médico Leonardo Fernández y las agrupaciones musicales Dúo Buena Fé y Changüí Guantánamo.
El órgano de Gobierno local, en la persona de su presidente Henry Rodríguez Terrero, entregó, por vez primera, el reconocimiento Orgullo Guantanamero a ocho personas y entidades, distinguidas por su aporte al desarrollo del municipio en los ámbitos político, económico, social, histórico o cultural, entre ellos el general de brigada Arnaldo Tamayo Méndez, Héroe de la República de Cuba.
Igualmente, se confirió el Sello Conmemorativo de la Ciudad a otras cinco personalidades locales de sobresaliente desempeño en sus funciones.
El comandante del Ejército Rebelde y miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba Julio Camacho Aguilera, junto a Denny Legrá y Nancy Acosta, máximas autoridades del Partido y el Gobierno en la provincia, respectivamente, participaron en la sesión solemne.
Como parte del jubileo, también se inauguró un grupo importante de obras socioeconómicas, entre ellas, la Taberna Saltadero, El Bodegón El León de Oriente, el mercado ideal El Coral, y un mural escultórico de 72 metros de largo por 4,5 de alto.
Asimismo se estrenaron o reabrieron otros espacios, entre ellos una sala para navegar en Internet y el restaurante La Avellaneda.
Del mismo modo, los guantanameros cuentan desde anoche con la plaza 24 de febrero, en el lugar donde existía el parque infantil homónimo, que no desapareció con la renovación sino que cobró nuevos bríos.