CAIMANERA, Guantánamo.— Una condena a todas las formas de dominación imperialistas en el mundo contiene la declaración final del IV Seminario Internacional por la Paz y la abolición de las Bases Militares Extranjeras, hecha pública a pocos metros del enclave belicista yanqui instalado hace 117 años aquí contra la voluntad de los cubanos.
Según el texto —leído por Felipe Ferreira, vicepresidente del Consejo Portugués para la Paz y Cooperación–, los más de 200 delegados condenaron la política agresiva e injerencista estadounidense, encaminada a sus propósitos geopolíticos de dominación, al tiempo que expresaron el sentir de los pueblos del mundo contra la militarización extranjera y el terrorismo.
Los pacifistas demandaron el cese del injusto y criminal bloqueo, económico, comercial y financiero impuesto durante más de cinco décadas a Cuba, en franco desconocimiento de la abrumadora mayoría de la comunidad internacional que sistemáticamente lo condena. Y, desaprobaron la injustificable ocupación ilegal del territorio de Guantánamo por la base naval estadounidense.
Censuraron además, la creación, a principios del siglo XXI, en esa porción de tierra cubana, de un centro de detención y tortura, donde son vejados supuestos terroristas, sin haber sido sometidos a proceso judicial alguno.
A la clausura del Seminario, que devino acto público y de masas en el parque José Martí, de esta comunidad, asistieron Denny Legrá Azahares, primer secretario del Comité Provincial del Partido; y Nancy Acosta Hernández, presidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular; María do Socorro Gomes, presidenta del Consejo Mundial por la Paz (CMP); y Silvio Platero Yrola, titular del Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos, auspiciadores del Seminario; y representantes del cuerpo diplomático acreditado en la Isla, entre otros.
En horas de la mañana, tuvo lugar la presentación del libro La fruta que no cayó (Editorial San Luis), de los historiadores cubanos Ángel Jiménez González y René González Barrios, obra que refleja todo lo relacionado con la intervención de Estados Unidos en la ínsula caribeña.
También se entregó la Moneda Conmemorativa por los 65 años del Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos (Movpaz) a María do Socorro Gomes y a Alfred Mardher, presidente del Consejo Estadounidense por la Paz.