Cuba refuerza las acciones para preservar y hacer un uso sostenible de tiburones y rayas. Autor: Cortesía de la fuente Publicado: 21/09/2017 | 06:17 pm
Presentaron este martes en La Habana los resultados de un monitoreo conjunto a tiburones en aguas de la isla, un estudio que tomó cinco años en llevarse a cabo entre los dos países, que restablecieron relaciones diplomáticas el pasado julio tras más de medio siglo de enemistad.
La investigación binacional, que fue seguida por un equipo del canal estadounidense Discovery y emitida en su popular«Shark Week», comenzó en febrero de este año y se dedicó a observar y controlar ejemplares en las costas norte y sur de la isla caribeña, según publica la estatal Agencia Prensa Latina.
La colaboración entre el Mote Marine Laboratory & Aquarium de la Florida (EE.UU.), e instituciones cubanas como el Centro de Investigaciones de Ecosistemas Costeros de Cuba, permitió la colocación de transmisores satélite en tiburones y el avance en el primer experimento de trasplante de coral en arrecifes cubanos.
El estudio reveló que el «tiburón oceánico», de pequeño tamaño, se encuentra «en muy mal estado de conservación» y que los escualos»se acercan a la costa de noche y permanecen en aguas profundas durante el día«, explicó el director del Centro de Investigaciones de Tiburones en el Mote Marine Laboratory, Robert Hueter.
Además, se comprobó que estos animales descienden rápidamente, mientras que el ascenso lo hacen de forma lenta, datos recogidos tras observar individuos etiquetados que bajaron «a más de 600 metros en aguas muy frías».
Durante una de las sesiones del X Congreso de Ciencias del Mar, con sede en La Habana, el científico recordó que en el Caribe existen alrededor de cien clases de tiburones, las cuales juegan un «importante rol en el equilibrio ecológico».
«Hace 25 años no teníamos que hablar sobre la disminución de la población de tiburones, pero hoy es un tema acuciante», insistió Hueter, quien advirtió que «en lugares como Tasmania, al sur de Australia, la comercialización se ha vuelto tan lucrativa, que los niveles de pesca se equiparan con el de la langost».
El investigador del Mote Marine Laboratory destacó el «liderazgo» de Cuba en la «creación de un sistema de protección costera« que » acilita este tipo de estudios.
Cuba y EE.UU. se conectan principalmente a través del Golfo de México y el Estrecho de la Florida, zonas en las que habitan y migran diferentes tipos de peces, tiburones, tortugas y mamíferos marinos.
Como parte de una renovada cooperación tras el deshielo en las relaciones bilaterales, iniciado en diciembre de 2014, en febrero de este año comenzó el monitoreo conjunto de tiburones, con la colocación del primer transmisor satelital en escualos de aguas cubanas.
El 6 de agosto pasado el Acuario de Florida, con sede en la ciudad de Tampa (EE.UU.), anunció la firma de un acuerdo de colaboración para la conservación de arrecifes corales con el Acuario Nacional de La Habana.