Rendir tributo a todos los que participaron en la Operación Carlota, misión militar de los cubanos en Angola. Autor: Hugo García Publicado: 21/09/2017 | 06:20 pm
TRIUNVIRATO. Limonar. Matanzas.— La reinauguración de las casas de vivienda y la del mayoral del Museo al Esclavo Rebelde conforman, por los objetos e historia que atesoran, un monumento a las ansias libertarias ante el oprobio de la esclavitud, y al internacionalismo cubano.
La cinta fue cortada por Teresa Rojas Monzón, primera secretaria del Partido en el territorio, acompañada por Tania León Silveira, presidenta del gobierno en Matanzas, y por el General de División Raúl Rodríguez Lobaina, jefe del Ejército Central.
En el recorrido por las salas recibieron las explicaciones de Isabel Hernández, directora del Museo provincial Palacio de Junco.
En la casona de la vivienda de la familia dueña del ingenio Triunvirato se aprecian las diferencias de clases, pues el apabullante confort de los hacendados se contrapone con las miserables condiciones de vida de los esclavos.
El visitante se impresiona con los grilletes con cadenas y para el cuello, además de esposas y otros utensilios de trabajo, un receptáculo de oggún, calderos, candados, argollas, bisagras, pestillos de puertas y ventanas, guatacas y machetes.
En la casa del mayoral, además, se encuentran tres salas, todas dedicadas a la Operación Carlota, específicamente una de ellas recoge la Operación Tributo, tanto en fotografías, objetos personales de los caídos, paneles con los nombres de los 2106 cubanos que murieron en Angola, zapatos y botas, lapiceros, medallas, mapas; numeroso armamento empleado por los combatientes como el fusil AK fijo, lanzacohetes RPG-7, mortero M-38 120 mm; lanzacohetes Grad IP-122, ametralladora liviana RPK, instalación de artillería antiaérea ZPU-4 calibre 14,5 mm.
Igualmente chapillas de identificación de los combatientes, diarios de campaña, charreteras con los grados, carné, fotos, planchetas de vuelo, cantimploras y cubiertos, y la escultura en madera Palanca negra, Símbolo de Angola.
«Angola es una página honrosa en la historia de la solidaridad entre los pueblos, del internacionalismo, de la contribución de los cubanos a la causa de la libertad y del mejoramiento humano», expresó el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en mayo de 1991.
«Este es un sitio relevante para el patrimonio cultural cubano desde el punto de vista histórico, arqueológico y paisajístico», expuso en las palabras de reapertura Bielka Cantillo, directora del Centro provincial de Patrimonio Cultural.
Muchos fueron los tropiezos, pero nada nos detuvo, todos teníamos bien claro la envergadura y prioridad de la tarea, comentó Bielka.
Resaltó las nuevas salas de exposición permanente que evocan la Operación Carlota, misión militar de los cubanos en Angola hace 40 años, en la cual participaron en el guión museológico y museográfico los especialistas del Museo provincial Palacio de Junco, en estrecha coordinación con la Oficina de Asuntos Históricos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y otros miembros del Ejército Central.
Según Bielka, los objetos y armas fueron donados por la Dirección de las FAR, que además convocó a sus oficiales, soldados y jóvenes de diferentes unidades a colaborar de forma decisiva en tareas primordiales como la limpieza y reforestación de todas las áreas que conforman el Monumento y la participación en las excavaciones arqueológicas del antiguo ingenio azucarero.