Joven campesino. Autor: Adán Iglesias Publicado: 21/09/2017 | 06:05 pm
«¡Cuánta diferencia hay entre una reunión como esta y las que desarrollábamos en los tiempos en que yo era militante juvenil!», reconoció Manuel Pérez Gallego, miembro del Buró Provincial del Partido en Las Tunas, quien presidió la asamblea X Congreso de la UJC en el municipio de Jobabo.
Sin quitarle lustre al rol desempeñado por su generación en el momento histórico que le correspondió, se refería a la hondura de las intervenciones de los muchachos de hoy, a la variedad de sus argumentos y al compromiso que los motiva a defender un sistema que los tiene a ellos como garantes.
Laydis María Labrada, dirigente del comité de base de Radio Cabaiguán, la emisora territorial, fue de las primeras en pedir la palabra. «En los tiempos que corren, los medios de comunicación masiva y los jóvenes que en ellos laboran tienen una importancia crucial en la lucha ideológica», aseguró.
Una de las intervenciones más lúcidas fue la de Oscar Martínez, de la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Rafael Trejo. Dijo que también se puede entender como subversión «cuando un joven campesino se deja convencer y siembra cebolla en lugar de frijoles, con el propósito de hacer más dinero y sin importarle para nada lo importante que son hoy los granos para la población.
En la asamblea del municipio camagüeyano de Santa Cruz del Sur, el joven Rafael Hernández Acuña puso los puntos sobre las íes. «Si queremos una organización de vanguardia, de “palante todo el tiempo”, hay que estremecer las fibras del corazón a todos los muchachos del centro», comentó.
La campesina Brisaida Alarcón, de la CPA cañera Horacio Cobiella Domínguez, del consejo popular Haití, compartió un parecer de altos quilates: «La mejor alternativa es trabajar como lo hemos hecho a través de la Conexión Necesaria, que tienen que convertirse en acción permanente de los comités de base».
Julio Luis Jiménez López, miembro del Buró Nacional de la UJC, expuso en el encuentro santacruceño que en lo adelante la organización inicia una etapa superior de su proceso asambleario X Congreso y en su funcionamiento interno y externo. Lo hecho en cada estructura de base y en los municipios, que ha permitido interactuar con todos los jóvenes, tiene que implementarse como un sistema en el actuar cotidiano de la Juventud. No puede morir al concluir las asambleas municipales, aseguró.
En el municipio de Colón, Matanzas, las nuevas generaciones valoraron con profundidad, en su asamblea X Congreso de la UJC, los retos de cómo usar el debate cultural desde escenarios diferentes.
Ismaray Díaz, profesora del IPA Julio Padrón Armenteros, relató la labor que realizan en su centro para el autoabastecimiento de producciones agrícolas, para lo cual no cuentan con las condiciones adecuadas, y elogió el trabajo del pelotón juvenil de corte mecanizado, cuyo aporte no solo es significativo para la zafra, sino también en la formación de valores.
También en el municipio pinareño de Sandino, como parte de la asamblea de los jóvenes comunistas, se habló de no temerle a las dificultades, abordarlas sin tapujos, «porque es tiempo de acciones y no de discursos ni palabras bonitas».
Sobre el trabajo de la organización en el sector no estatal habló Marianni Díaz Gelis, quien pidió que los jóvenes cuentapropistas también sean convocados a participar en todos los escenarios, pues muchos no se sienten identificados al sentirse excluidos de las actividades.
Por su parte, los participantes en la XII Conferencia de la UJC en el Ministerio del Interior (Minint) de la provincia de Santiago de Cuba, coincidieron en que se necesita una organización vigorosa, dinámica, preocupada por sus militantes y capaz de irradiar su ejemplo e influencia entre sus coetáneos.
Desde las primeras intervenciones los dirigentes juveniles concordaron en que los jóvenes dentro del Minint deben ser transmisores de valores dondequiera que se encuentren y que en esa misión educativa es imprescindible desplegar iniciativas que tributen al conocimiento de la historia, lo mismo en las unidades que en las comunidades cercanas.
La experiencia de los comités de base que han dado tareas y protagonismo en sus actividades a los jóvenes no militantes con que se relacionan, demostró que solo una UJC parecida a su entorno, activa lo mismo en el enfrentamiento a la subversión que al delito, puede generar sentido de pertenencia.
También en la Asamblea del municipio de Santiago de Cuba se ratificó que el protagonismo de la organización no puede quedar en eslogan. Se coincidió en promover la creatividad sin esperar que las cosas vengan de arriba.