Entre cubanos se envían menos cartas, postales y telegramas, pero se imponen más bultos y giros, según trascendió en el Balance del Grupo Empresarial Correos de Cuba correspondiente a 2014, que concentró más su análisis en las deficiencias que en los avances de esos servicios.
En cuanto a la correspondencia nacional, se tramitaron 11 800 000 envíos, un 10,3 por ciento menos que en 2013, y se impusieron un 6,4 por ciento menos de telegramas que en el año precedente. En cambio, los bultos postales dentro del territorio aumentaron en casi 4 000, y los giros registraron un incremento del 6,6 por ciento.
La correspondencia internacional de 2014, con 4 054 338 envíos, representa una disminución del 32,4 por ciento con respecto a 2013; mientras se recibieron 623 200 bultos postales del exterior, 410 000 más.
Tal cantidad de bultos se concentró en los primeros nueve meses de 2014, para registrar en el último trimestre una significativa contracción a partir de la puesta en vigor de las nuevas regulaciones aduanales.
Con respecto a los giros internacionales, se amplió ese servicio con la apertura de oficinas en las ciudades de Camagüey, Bayamo, Guantánamo y Las Tunas, que se suman a las tres existentes en la capital, y las de Santa Clara, Holguín y Santiago.
La mayoría de los indicadores de calidad fueron cumplidos, con excepción del servicio de telegramas urgentes y las normas para giros en zonas rurales. Se mantiene la llegada tardía de la prensa a sus destinos, por baja disposición técnica de los medios de transporte de Correos de Cuba y por el retraso en la salida de aquella de los poligráficos, debido a demoras en los cierres de edición y rotura de las máquinas de imprenta.
También se criticó en el balance los errores en los envíos de giros y telegramas, en violación de las normas fijadas. Y la mensajería expresa mostró inestabilidad en las entregas a tiempo.
Se destacó el trabajo que viene haciéndose en la Oficina de Cambio Internacional que recibe los bultos postales del exterior para erradicar las pérdidas, expoliaciones y cambio de contenido de esos envíos. Y se alertó sobre la situación más apremiante que presentan los centros de clasificación y distribución territoriales, que no cuentan con los sistemas y personal de seguridad especializados que requieren tales actividades.
El sistema de Correos de Cuba, que además de sus obligaciones postales asume múltiples servicios de cobro y pago de terceras entidades, analizó profundamente las fisuras en su control interno. Al respecto se detectaron el pasado año 29 hechos delictivos (21 de ellos presuntos actos de corrupción), que ocasionaron pérdidas económicas por 4 109 232 CUP y 32 545 CUC.
En la reunión se reconoció la importancia que Correos de Cuba concede a las quejas y denuncias de la población, incluidas las que aparecen en la prensa, con serias investigaciones y respuestas.
Al clausurar la reunión, Manuel Martínez Montes de Oca, viceministro de Comunicaciones, precisó que moralizar y dignificar el correo cubano, que cuenta con muchos trabajadores de vergüenza, requiere rigor, control y prevención sistemáticos, además de un proceso estricto de selección del personal.