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Araña africana ya tiene su depredador

El hallazgo ecológico, de notoriedad para este ámbito en el mundo, se reporta desde la provincia cubana de Camagüey

Autor:

Yahily Hernández Porto

Camagüey.— La araña Phidippus regius, perteneciente a la familia Salticidae, es, hasta el momento, el único depredador araneológico de su pariente lejana, la araña africana o parda del Mediterráneo (araneido Cyrtophora citricola), como también se le llama, lo cual se reporta como novedad mundial en este ámbito, desde esta ciudad cubana, reveló la máster Yulianis Martín Castejón, del Centro de Investigaciones de Medio Ambiente de Camagüey (CIMAC).

Este descubrimiento camagüeyano alcanza notoriedad al identificar un posible controlador biológico natural de unas las especies de araña más invasoras y peligrosas existentes en el país.

La joven investigadora  Martín Castejón, tras varios días de monitoreo en el Área Protegida de Recursos Manejados (APRM) Sierra del Chorrillo, en el municipio de Najasa, zona de mayor población de la araña parda del Mediterráneo en Camagüey, comprobó cómo la araña Phidippus regius devoraba de forma natural a la africana en la propia tela de la invasora, a un metro de distancia del suelo».

«El hallazgo es muy interesante —agregó la especialista—porque no solo constituye el primer reporte en todo el mundo de una araña engullendo a la llamada africana, sino porque la devoradora, Phidippus regius, es una cazadora al acecho que generalmente se encuentra debajo de la corteza de los árboles. Justamente, en el momento del hallazgo, se encontraba en el centro de la tela de la africana, muy distante de lo que hasta ahora se pensaba sobre la Regius».

Explicó que en el país la araña parda del Mediterráneo se registró por vez primera en el año 2003, en los márgenes del río Toa, del municipio de Baracoa, en la provincia de Guantánamo, por el doctor Giraldo Alayón García mejor.

Certificó que hasta la fecha su introducción en Cuba ha sido de forma natural, a partir de poblaciones procedentes de Haití, que se dispersaron a través del Paso de los Vientos al utilizar su mecanismo innato de dispersión aérea.

Confirmó además que su facilidad de conquistar y adaptarse a nuevos hábitat, su alta capacidad de dispersión y por los daños que causa a la vegetación arbustiva, «la convierten en una de las arañas exóticas e invasoras más peligrosas, no solo de Cuba, sino del planeta».

Reafirmó que en la provincia de Camagüey la parda se reportó desde el año 2010, en la Reserva Ecológica Limones-Tuabaquey, en el municipio de Sierra de Cubitas y en el Área Protegida de Recursos Manejados Cayo Romano, en Esmeralda. Desde entonces se ha esparcido además de la Sierra del Chorrillo, hacia Cayo Caguamas, Parque Nacional Jardines de la Reina, Cayo Sabinal y en Cayo Cruz.

Subrayó que «la invasión de la araña africana hacia el occidente cubano traerá consecuencias ecológicas a los ecosistemas que invada, e iniciará competencia con las especies nativas de la región, por ocupar hábitats similares a lo que ella exige para su supervivencia».

Apuntó que en República Dominicana y Colombia existe la opinión popular que La parda del Mediterráneo constituye una plaga forestal y agrícola. «Se le responsabiliza de la muerte de numerosas plantas silvestres y de cultivos, pues su fina y fuerte tela enmaraña las ramas de los árboles, provocándole la asfixia».

Dijo que aunque todas estas afirmaciones merecen un estudio científico, el patrón nocivo también se reprodujo en Cuba. «Durante el 2006 investigadores cubanos confirmaron que durante la primera fase de expansión de La Africana, en el oriente del país, se afectó los cultivos de naranjas de las provincias de Santiago de Cuba y Guantánamo».

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