SANTIAGO DE CUBA.— Más de 49 000 casos de adolescentes con trastornos mentales no agravados han sido atendidos en los últimos años en la santiaguera Clínica del Adolescente, institución adscripta al Hospital Infantil Norte que se destaca por poner el rigor científico al servicio del bienestar de este importante grupo etáreo.
El doctor Edilio Pérez, director del centro, explicó a la prensa que desde su creación, el 22 de septiembre de 1992, la clínica ha tratado de ofrecer un tratamiento integrador de las afecciones que puedan presentar los adolescentes, poniendo en su centro de atención a la familia.
Los jóvenes —precisó el experto— llegan aquí remitidos por psiquiatras de los centros comunitarios de salud mental (CCSM), médicos de familia, psicólogos y psicopedagogos, y reciben una atención especializada ambulatoria con la ayuda de diversas técnicas terapéuticas como la psicoterapia individual y grupal, dinámica familiar, yoga y técnicas de relajación, entre otras, a fin de mejorar su salud mental, promover estilos de vida saludables, prevenir la aparición de afecciones más graves de este tipo, fomentar la comunicación y el diálogo, y rehabilitarles para que puedan incorporarse a su espacio vital con prontitud.
La realización de escuelas para padres, talleres de rehabilitación social y ocupacional, las visitas a escuelas y comunidades, entre otras acciones, da fe de la labor social de la reconocida institución, que ha logrado un alto nivel de solución de los conflictos de sus pacientes.
Desde una concepción integral de la salud, el cumplimiento de una proyección comunitaria y el trabajo cohesionado en equipo, un grupo de especialistas altamente calificados —que integran psiquiatras, sicólogos, psicopedagogos, rehabilitadores, entre otros profesionales de la salud— ha puesto todos sus recursos durante estos 22 años en función de la atención a jóvenes con trastornos neuróticos y del aprendizaje, problemas de adaptación, rechazo escolar y disfunción familiar, entre otros cuadros clínicos.
El aumento cada año del número de pacientes atendidos con respecto al período anterior es la muestra de la alta confiabilidad que ha ganado este servicio entre la población, que lo valora como una atención médica afable, generalmente convertida en un encuentro entre amigos.
Poner los servicios de salud mental a la altura de las necesidades y exigencias de la sociedad actual es propósito que anima hoy al experimentado colectivo. Por ello colocan también en el centro de su atención el tratamiento a las adicciones o el uso indebido de sustancias con riesgo para la salud dentro de este grupo etáreo, —de alta incidencia en dicho fenómeno— fieles a la idea de que el progreso transita hacia una sociedad donde se practique y apoye todavía un mejor cuidado de niños y adolescentes.