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LAS TUNAS.— Numerosas personas con discapacidades de esta provincia, afiliados a la Asociación Cubana de Limitados Físico-Motores (Aclifim), asisten a cursos en los Joven Club de computación.
El sector cuenta con prioridad en estas instituciones, por cuanto el aprendizaje de los contenidos propicia, además de inserción en la sociedad, opciones reales para aquellos miembros que aspiren a ocupar plazas en centros laborales que utilicen en sus perfiles las nuevas tecnologías.
«Esta es una oportunidad que ninguno de nosotros debemos desaprovechar. Se trata de un mundo maravilloso. Debemos dominarlo, porque la computación está presente en todas partes. Y nosotros no podemos estar ajenos a su uso», dice Idalia Corrales Góngora, una de las matriculadas.
Adalberto Zaldívar, especialista de uno de los Joven Club tuneros, informó que el trabajo con este segmento poblacional lo desarrollan desde hace varios meses. «Hemos apoyado a los afiliados de la Aclifim para que se incorporen a los cursos, y hemos creado algunas condiciones necesarias para su participación, como la eliminación de barreras arquitectónicas».
En los períodos lectivos recientes, las personas con discapacidad mostraron preferencias por la materia básica, que es la de operador de microcomputadoras. Los especialistas consideran que las matrículas deben incrementarse en próximas etapas.
El último congreso de la Aclifim centró su atención en el mejoramiento de la calidad de vida de sus más de 74 000 miembros en el país.
