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Cada miembro de la FEU es responsable de tener o no una organización monótona, que no sea la que necesita Cuba y a la que aspiran sus miembros, se dijo en los debates del Congreso en el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría. Autor: Roberto Morejón Guerra Publicado: 21/09/2017 | 05:33 pm
Los debates del VIII Congreso de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) este viernes en el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría (Cujae) muestran a una organización que no anda de brazos cruzados, pero que está consciente de que aún le queda mucho por hacer, y en ese propósito sus miembros tienen la mayor responsabilidad.
Asiel Bencomo, de la Facultad de Ingeniería Eléctrica expresó que aquí no tiene cabida el estribillo de la canción de Buena Fe «la maldita culpa no la tiene nadie», porque la culpa sí tiene dueño, pues cada uno de los estudiantes sería responsable si la FEU fuera monótona, aburrida, o que no sea la que necesita Cuba y a la que aspiran sus miembros.
Lo imprescindible de que la beca se convierta en la verdadera casa de los estudiantes y que abarque las expresiones culturales, deportivas, los espacios de recreación, de debate, las controversias y hasta los valores que identifican al prójimo fue ratificada por Carlos Rafael Gómez, estudiante de la Facultad de Ingeniería Informática.
Otra vez volvió el tema de que en ocasiones la llamada «vinculación de los dirigentes estudiantiles con la masa universitaria» se vuelve un eslogan, y así lo expuso Laura Muñoz, de la Facultad de Ingeniería Civil, quien dijo.
Erick Brito, de la Facultad de Ingeniería Industrial, electo delegado a la cita nacional, insistió en que la FEU debe resultar un impulso dentro y fuera de los predios universitarios. «Tenemos la oportunidad de transformar, multiplicar los escenarios y hacer diferente lo que todos de una forma u otra sentimos para cumplir nuestro papel».
La atención a los estudiantes extranjeros que se forman en la Cujae, el proceso de integralidad, la presencia de la organización en los medios de comunicación, el movimiento deportivo y de artistas aficionados, el conocimiento de la historia y el aporte estudiantil al desarrollo económico del país desde cada una de sus ingenierías fueron otros temas abordados.
También se enfatizó en hacer más desde la brigada —como célula base de la organización— para ayudar en la lucha por el regreso de los Cinco Héroes, y se destacó el trabajo de la Red de Universidades en Solidaridad con esos patriotas cubanos, que surgida en la Cujae en 2006, hoy se multiplica en Cuba y en casi 80 países.
Lisara Corona, presidenta de la FEU, subrayó el debate constructivo, con ganas de hacer por la organización, por Cuba y la Revolución, que se evidenció en el trabajo en comisiones y en el plenario. «El Congreso no termina hoy, sino que comienza con la implementación de cada uno de sus acuerdos, los cuales hay que revisar sistemáticamente y darles cumplimiento».
Rafael Núñez, funcionario del Comité Central del Partido; Yoel Pérez, segundo secretario de la UJC, y la Doctora Alicia Alonso Becerra, rectora de la Cujae, junto a profesores, dirigentes juveniles de la capital y miembros de la Comisión Organizadora del VIII Congreso acompañaron a los estudiantes.
