Las audiencias públicas forman parte de las acciones del Parlamento cubano para estimular una cultura vial que garantice una mayor disciplina y seguridad entre conductores, pasajeros y peatones. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 05:16 pm
Los accidentes de tránsito en el país crecieron en 2011 un 10,6 por ciento respecto al año 2010; mientras, el número de muertos descendió a un 4,7, pero la cifra de lesionados se incrementó en un 8,9.
De ese comportamiento habló este viernes el teniente coronel Mario Ríos Labrada, jefe del Departamento de Dirección, de la Dirección de Tránsito del Ministerio del Interior (MININT), al intervenir en la Audiencia Pública sobre la implementación de la Ley No. 109 Código de Seguridad Vial y sus disposiciones complementarias, y sobre la prevención y el enfrentamiento a los delitos, las indisciplinas sociales y los hechos vandálicos contra el transporte, las señales de Tránsito, el patrimonio ferroviario y las redes eléctricas y de telecomunicaciones.
El no atender el control del vehículo, no respetar el derecho de vía, el exceso de velocidad, el adelantamiento indebido, los defectos técnicos, las violaciones del peatón, las inadecuadas maniobras de marcha atrás y el no respetar las luces del semáforo, son las principales violaciones de los conductores y de otros elementos de tránsito que provocan más accidentes en Cuba, abundó el oficial al intervenir en la audiencia.
El encuentro fue organizado por las comisiones de Asuntos Constitucionales y Jurídicos, de la Defensa Nacional y de Atención a los Servicios de la Asamblea Nacional del Poder Popular y se celebró en la sede de la Estación Central de la Empresa de Ómnibus Nacionales, conocida por la Terminal Astro, en el municipio de Plaza de la Revolución, de La Habana.
En el caso particular de las violaciones del peatón, llama la atención el hecho de que esta indisciplina está creciendo. En La Habana, por ejemplo, el 40 por ciento de las víctimas de los accidentes son peatones y en el país representan el 17 por ciento.
Eso sucede, expresó, porque no respetamos las normas de convivencia, no circulamos por las aceras, y lo hacemos por la calzada. Y cuando vamos a cruzar, no miramos a ambos lados; por tanto el vehículo nos impacta, entre otros comportamientos indebidos.
Hay más víctimas de la tercera edad, entre 65 y 70 años, precisó, ya que su movilidad es diferente, los sentidos y la percepción son menos agudos. Deben tener más precaución a la hora de cruzar la vía.
La peligrosidad de los accidentes es mayor, fundamentalmente por ingestión de bebidas alcohólicas, argumentó Ríos Labrada, quien agregó que casi todas las violaciones señaladas anteriormente son de responsabilidad del factor humano. Y esos mismos incumplimientos de conductores y peatones provocan casi el 90 por ciento de los accidentes en nuestro país.
Códigos de una cultura vial
Eso significa que todavía hay mucho por hacer en la promoción de una cultura vial en los organismos e instituciones, en los centros de trabajo y estudio, pero con especial énfasis entre los conductores, pasajeros y peatones. De ahí lo importante de generar espacios para la divulgación y el intercambio de experiencias sobre la seguridad vial y, en particular, sobre la implementación de la Ley No. 109 Código de Seguridad Vial, vigente en el país desde el 16 de marzo de 2011.
Acerca de los elementos más importantes y los aspectos novedosos de este nuevo instrumento legal versó la exposición que hizo Oscar del Toro, inspector general del Ministerio del Transporte (MITRANS), ante un auditorio integrado por choferes, inspectores estatales del Transporte, trabajadores, dirigentes administrativos y cuadros de las organizaciones políticas y de masas del sistema del Transporte a nivel nacional, así como sus homólogos en la provincia de La Habana y de la nueva Empresa de Ómnibus Nacionales.
A juicio del funcionario, es imprescindible por parte de toda la población en general, y de los conductores, pasajeros y peatones, el conocimiento de los deberes y derechos establecidos en la Ley y los otros 13 documentos normativos de carácter complementario.
El coronel Albio Gil Castillo, jefe de Ingeniería del Tránsito, abordó los ingentes esfuerzos que hace el país para poner en orden elementos tan importantes para la seguridad vial como son la señalización, el marcado del pavimiento y la semaforización de nuestras ciudades, avenidas, carreteras y autopistas, pero también desempeña un papel importante la concientización de la población, para que conductores y peatones respeten el PARE o CEDA EL PASO.
El enfrentamiento a las indisciplinas sociales, el robo o hechos vandálicos de señales de Tránsito ocasionan pérdidas cuantiosas al país, no solamente en términos de recursos económicos, financieros y materiales, sino y muy importante, en términos humanos. Se trata de la vida de las personas, y eso debe ser enfrentado con energía y por toda la sociedad, comentó Gil Castillo.
A los asistentes a esta Audiencia les satisfizo el sentido de pertenencia, la responsabilidad y el compromiso de transportistas como Juan Cobiella y Rafael Durán, chofer de Ómnibus Nacionales de Granma, y representante de la Unidad Empresarial Caamaño, en la capital, respectivamente, quienes reconocieron la prioridad que el Gobierno otorga a la seguridad vial de conductores, pasajeros y peatones.
Como expresara la diputada Cecilia Valdés Milián, presidenta de la Comisión de Atención a los Servicios, las audiencias públicas que organiza el Parlamento cubano constituyen una valiosa herramienta de trabajo para brindar información, en este caso sobre la estrategia nacional de seguridad vial que se ha trazado el país y, como parte de ella, la actualización de lo legislado y la promoción de una cultura vial.
A los esfuerzos que hace el país por garantizar seguridad cuando se transite por sus vías debe sumarse, cada vez más, la actuación responsable de la ciudadanía. Esta es una batalla por la vida de la gente, la economía y la seguridad nacional, reflexionó Valdés Milián.
En la Audiencia se encontraban, además, otros diputados, representantes del MININT, la PNR, la Fiscalía y los tribunales, y pasajeros en espera de la salida de sus ómnibus.