Maydel Gómez Lago habló por los jóvenes cubanos en la Revista Militar y desfile popular, en la Plaza de la Revolución. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 05:08 pm
Queridos compatriotas:
Inmenso privilegio para una joven como yo y los que me acompañan, nacidos bajo el cielo de una Cuba justa e independiente, el poder describir con sencillas palabras las emociones que a todos nos embargan en un día tan especial como el de hoy; aniversario de acontecimientos, que hace 50 años, marcaron un camino que nada ni nadie podrá cambiar.
Aquí estamos, en esta Plaza mil veces histórica, con el orgullo de una generación a la cual está dedicada esta conmemoración por razones convincentes, explicadas por el General de Ejército, compañero Raúl, en nuestro Parlamento el pasado mes de diciembre, cuando expresó que la juventud nunca le ha fallado a la Revolución, que es obra del sacrificio de la juventud cubana: obrera, campesina, estudiantil, militar; de todos los jóvenes en todas las épocas que les ha tocado vivir y luchar.
Lo que aquí acontecerá en esta hermosa mañana, solo es posible porque las calles están en nuestras manos, porque jamás se nos ha reprimido o intimidado, como sucede en tantas partes de este mundo con jóvenes que reclaman las oportunidades y derechos, que esta Cuba, bloqueada y tantas veces calumniada, nos ha garantizado sin pedirnos a cambio otra cosa que no sea la dignidad como bandera y el trabajo honrado como fuente de riqueza.
Hoy, este país socialista demostrará al mundo la fuerza incalculable de la unidad y la razón, con la firme certeza de un futuro seguro. Por aquí andarán nuestros mambises, orgullo de la historia patria; sobre sus caballos, estos jinetes de hoy, recordará aquellas legendarias cargas al machete por una independencia que ahora nos distingue.
La réplica del Yate Granma, símbolo de libertad y regazo de hombres valiosos, navegará esta vez sobre un mar feliz de niños sonrientes y saludables, un ejército de pequeños príncipes siempre dispuestos a seguir conquistando el futuro.
Otra vez como en Girón y en la primera línea de combate, andarán el Tanque y el Cañón autopropulsado, utilizados por el jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz. Son reliquias que vuelven a las calles, en esta ocasión custodiadas por combativos miembros de la Organización de Pioneros que cumplió hace solo unos días, sus primeros 50 años de historia.
Los hombres que luchan toda la vida, esos que son imprescindibles, no abandonan su constancia y vuelven para saludar al Che, a Camilo y reverenciar al Maestro, fundiendo historia con futuro.
Hombro con hombro, 200 jóvenes marcharán en cuatro columnas junto a valerosos combatientes de la Columnas Especiales 1 y 2 del Ejército Rebelde, de aquel Batallón de la Policía Nacional Revolucionaria, formada por veteranos de la Columna 6, Juan Manuel Amejeiras, del Ejército Rebelde, de la Escuela de Responsables de Milicias y de los batallones de milicianos que fueron a las arenas de Girón, a luchar por la Revolución y el Socialismo.
Este pueblo puede contar y valorar su historia, puede leer y escribir sobre estas hazañas, eso es posible porque sembramos escuelas, plantadas como semillas por aquellos cientos de miles de niños, adolescentes y jóvenes, que cartilla en mano, alfabetizaron a más de 700 mil cubanos en ese mismo año 1961 en que los mercenarios caían derrotados, a aquellos maestros de amor y valentía los recordamos hoy a través de las nuevas generaciones que visten el uniforme que iluminó esta plaza el día en que Cuba fue libre de analfabetismo.
Nuestros niños son la esencia más pura de la obra que se construye. La Colmenita que se ha extendido por Cuba y ahora son 15 las maravillosas agrupaciones teatrales de este tipo en todo el país y diez que en otros parajes del mundo dejan su huella de amor y paz, ese panal de fantasías donde nuestros pequeños consumen la miel del saber, representará en este desfile a los infantes del archipiélago.
Girón demostró que es el pueblo uniformado quien hace de un ejército una fuerza invencible, por eso en esta ceremonia nuestras tropas de jóvenes soldados y milicianos harán que su paso marcial y emotivo rinda homenaje a los miles de combatientes que a lo largo de la isla custodian la tranquilidad del pueblo.
Nunca descuidaremos nuestra defensa, la historia enseña lo caro de ese error, tenemos nuestras armas listas para entrar en acción ante los que pretendan adueñarse de Cuba. Esa técnica militar, rodará hoy por estas calles y cruzará este cielo, con la misma presteza que acudirá al combate cuando la patria llame.
El pueblo de la capital y especialmente miles y miles de jóvenes, en representación de Cuba entera, colmarán la Plaza como cierre de esta gigantesca muestra de apoyo a la Revolución y al Socialismo, demostrando que sí se puede y que los hombres y mujeres de hoy cumpliremos con la palabra empeñada.
La juventud siente su compromiso con la historia, entendemos la responsabilidad que descansa sobre nosotros y lo mucho que se espera de esta generación y de las venideras, como continuadoras de la obra por la que han sabido vivir y morir tantos cubanos buenos.
Para nosotros no se trata de simples consignas y de palabras vacías, se trata de hacer en cada momento lo que corresponda, inseparablemente unidos al Partido y sin olvidar nunca que esta es y será una Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, tal y como lo expresó Fidel hace hoy exactamente 50 años.
Al imperio un mensaje claro: los jóvenes no fallaremos, porque la obra que construimos es de todos, porque la estirpe rebelde es herencia, porque jamás olvidaremos los versos del Indio Naborí, relatando la historia real de Nemesia, aquella niña carbonera que vio caer muerta a su madre y vio sangrando a sus hermanos, a la que los buitres mercenarios le agujerearon sus zapaticos blancos.
No fallaremos, porque la guía ha sido certera, porque el socialismo hace al hombre y el capitalismo lo encadena, porque Cuba no está sola y porque aún después de muertos alzaremos los brazos y levantaremos la bandera.
Terminaré estas palabras de eterno compromiso con la patria, como lo hiciera el líder histórico de la Revolución Cubana, el 1ro. de mayo del año 2004:
A los que persistan en destruir la Revolución, en nombre de la inmensa multitud que se reúne aquí (…), les decimos como en Girón (…):
¡Viva el Socialismo!
¡Viva Cuba Libre!