LOS PALACIOS.— Apreciar una colonia de pelícanos blancos americanos singulariza los otoños e inviernos en los humedales de esta localidad del sur de la provincia de Pinar del Río, por tratarse de un ave marina rara en las islas.
Durante los últimos años, entre octubre y marzo, bandadas de esos ejemplares se refugian de las frías temperaturas de Norteamérica en arrozales, embalses de agua y bosques costeros, de acuerdo con publicaciones científicas, además de la observación de los lugareños.
El avistamiento en la Laguna de Maspotón, en los cenagales del sur pinareño, figura entre los más significativos a escala nacional, de acuerdo con el libro Las Aves Acuáticas en los Humedales Cubanos, de los Doctores en Ciencia Lourdes Mújica y Dennis Denis.
A lo anterior se suma su aparición en otros puntos del municipio. De ello da fe el cultivador de arroz, Daniel Salaberri, quien aseguró a la AIN haber observado este invierno a esas aves, sobre todo en horas de la mañana cuando se alimentan y realizan vuelos en los alrededores del sitio, hasta adentrarse en los manglares y sistemas lacustres.
Según investigaciones, usualmente durante sus travesías de migración, estos animales vuelan sobre tierra, si bien existen referencias de sus visitas escasas y errantes a las islas mayores del Caribe.
En Cuba existen datos de su presencia en 1838, en los años 40, 54, 89 y 97 del siglo anterior y en el último quinquenio del actual. Se han confirmado colonias de hasta 400 de esos níveos individuos, de buen tamaño, con la punta de las alas negras y el pico amarillo, famosos por la bolsa cutánea bajo su mandíbula inferior, especie de red que le sirve, a esta y otras especies de pelícanos, para pescar o guardar sus alimentos.