Villa Clara.- El segmento ministerial de la Cumbre Cuba-Venezuela inició la mañana de este domingo 25 de julio sus sesiones de trabajo, con los propósitos de pasar revista a la marcha de la cooperación y el intercambio entre los dos países, en el orden económico, comercial y financiero, y proyectar las relaciones presentes y futuras con una visión de mediano y largo plazos.
Evidencia de esa voluntad por parte de los dos gobiernos resulta el hecho de que «de un universo de cerca de 370 proyectos de Cuba y de Venezuela que fueron detenidamente estudiados, se han seleccionado unos 140 que cuentan, de inicio, con las opciones más claras de materializarse y que responden a los intereses y posibilidades de nuestros dos países, y que tendrán una trascendencia en el plano económico, social y político», informó Ricardo Cabrisas Ruiz, vicepresidente del Consejo de Ministros de la República de Cuba, y coordinador de la delegación de la Isla en este nuevo encuentro ministerial.
Coincidimos –agregó- en que de ellos, alrededor de 41 proyectos están listos para acometerse en el plazo más inmediato.
En el discurso inaugural de este nuevo encuentro que sesiona en el Hotel Ensenachos, ubicado en la cayería norte de Villa Clara, el alto funcionario cubano precisó que ambas partes habían llegado hasta aquí, luego de un largo proceso de conciliación y un trabajo serio e intenso, razón por la cual están en condiciones de comenzar a encauzar las relaciones económicas presentes y futuras, y avanzar hacia niveles más avanzados de la planificación.
Dando continuidad a la ya larga historia de cooperación e intercambio entre Cuba y Venezuela, las delegaciones de ambos países hablan aquí de seguir apostando por la complementariedad económica, la cooperación, la solidaridad y no la competencia entre nuestros países, preceptos fundacionales y principios de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), suscritos por el Comandan en Jefe Fidel Castro Ruz y el presidente Hugo Rafael Chávez Frías, en La Habana, el 14 de diciembre de 2004.
En ese sentido, dijo Cabrisas, las relaciones presentes y futuras entre Cuba y Venezuela se rigen sobre la base, en primer lugar de la solidaridad, entendida como el compromiso de apoyarse mutuamente y realizar esfuerzos comunes, en el logro del desarrollo sustentable y la atención oportuna a las necesidades emergentes, en la medida de sus posibilidades y responsabilidades compartidas.
Le sigue la cooperación, como voluntad de consolidar las relaciones orientadas al desarrollo de proyectos conjuntos y alianzas estratégicas de mutuo beneficio.
Otro principio remarcado por el vicepresidente cubano es el de la complementariedad, entendida como el compromiso de identificar y desarrollar proyectos comunes que permitan la integración y las sinergias de sus capacidades, de acuerdo con las potencialidades e intereses comunes.
No faltará tampoco en la cooperación presente y futura de ambos países el precepto de la reciprocidad, «como obligación de establecer una relación basada en contraprestaciones justas, tomando en cuenta las diferencias y los principios de equidad y buena fe».
El también coordinador de la delegación de la Isla en este segmento ministerial previo a la Cumbre se refirió a la sustentabilidad, entendida como el compromiso de identificar y desarrollar proyectos de cooperación, orientados a lograr el desarrollo sustentable desde el punto de vista económico, social y ambiental.
Por último, señaló el principio de la unión económica, entendida como la construcción de un espacio dentro del contexto político de los países del ALBA, que permita presentarse como un bloque frente a entidades de otras naciones o espacios de la misma naturaleza.
DEFINIR PROGRAMA Y FINANCIAMIENTO PARA CADA PROYECTO
Resultado de las reuniones previas entre ambas partes, lo mismo en Caracas que en La Habana, desde el pasado mes de junio y hasta días recientes, en este segmento ministerial que antecede a la Cumbre de Presidentes, sesionan cinco mesas de trabajo: Industria Ligera y Comercio, Industria Básica, Energía, Petróleo y Petroquímica, Agricultura y Minería.
Ellas, precisó el Vicepresidente cubano, revisarán las propuestas de documentos de cada uno de los proyectos que fueron seleccionados, con el propósito de consensuar los textos que se suscribirán y dejar establecidos los próximos pasos que deberán acometerse para instrumentarlos.
Ese es el espíritu del encuentro pero, «no debemos perder de vista los proyectos restantes a los que les daremos continuidad en nuestro trabajo bilateral para que a la mayor brevedad, estemos en condiciones de programarlos para el próximo período», apuntó.
Por su parte, Rafael Ramírez, vicepresidente del Gobierno Bolivariano, ministro de Energía y Petróleo y coordinador de la delegación venezolana, expresó su total sintonía con las ideas expresadas por Cabrisas, toda vez que a todos interesa organizar mejor y trabajar de manera más sistemática en la agenda bilateral de cooperación e intercambio entre los dos países.
Ramírez abogó no solo porque se trabaje a mediano y largo plazo, sino también, y muy especialmente, porque todos los proyectos identificados se revisen de manera integral, lo cual incluye el compromiso de establecer un cronograma y un financiamiento para cada uno.
Tanto Cabrisas como Ramírez reconocen que este encuentro constituye también una ocasión propicia para revisar la marcha de los proyectos amparados en el contexto de la Comisión Intergubernamental.
Nos anima –concluyó el vicepresidente cubano- el propósito histórico de cimentar la unión entre nuestros dos pueblos y muy especialmente lograr que el proceso revolucionario que ustedes acometen en Venezuela, de tanto trascendencia para los destinos de nuestro continente, avance y se consolide más cada día.