Luis Estruch, viceministro de Salud Pública, afirmó este jueves ante la Comisión de Salud del Parlamento Latinoamericano que Cuba se prepara para enfrentar una segunda oleada del virus de influenza A H1N1, del cual han enfermado en la Isla 435 personas.
Legisladores de América Latina y el Caribe, reunidos en el Hotel Nacional, elogiaron las estrategias cubanas, las cuales pueden resultar útiles en varios países de la región, donde ascienden a 3 020 los fallecidos por esta epidemia, según la Organización Mundial de la Salud.
Estruch señaló que la llegada del otoño y del invierno, incluso de manera adelantada debido a los cambios climáticos, será un desafío mayor para los gobiernos, ya que se vaticina un notable incremento de la pandemia, sobre todo si no se adoptan medidas urgentes en materia de prevención y diagnóstico, reportó la AIN.
Hasta en EE.UU., su Secretaria de Salud solicitó el apoyo de los médicos jubilados, con vistas a enfrentar el virus, subrayó el vicetitular del MINSAP, quien alertó que en Cuba los casos de personas enfermas fueron detectados en aeropuertos o fronteras, además de entre la misma población, ya que el virus circula en el país.
Tras asegurar que las embarazadas y los menores de cinco años son los grupos más vulnerables a contraer la epidemia, el funcionario subrayó la importancia de las acciones preventivas en círculos infantiles, escuelas, centros laborales y en el barrio.
Estruch explicó a los parlamentarios de la región cuán vital resulta el sistema de atención primaria en esta batalla, sobre la cual no hay aún percepción de riesgo, e insistió en las medidas higiénico-sanitarias orientadas y de que —ante el mínimo catarro— se acuda de inmediato al consultorio o policlínico.
A preguntas de legisladores de México, Argentina, Perú, Uruguay y otras naciones, el Viceministro cubano recordó que la vacuna hasta ahora creada para combatir la enfermedad resulta muy cara, ya que una dosis vale de 10 a 20 dólares, y por ello las personas sin recursos no pueden comprarla.
El debate suscitado en torno a esta problemática propició que la Comisión de Salud del PARLATINO recomendara a los gobiernos de la región un grupo de acciones ante el inminente peligro de una segunda y peor oleada del virus, en coincidencia con la llegada del otoño o el invierno.