Macizo de Guamuhaya, Cumanayagua, Cienfuegos.— Un centenar de especies de plantas oriundas de diversas zonas del planeta crecen en el Jardín Botánico de Frutales de El Nicho, localidad de esta serranía escambradeña.
Bajo la asesoría científica del Jardín Botánico de Cienfuegos, aquí reciben la atención para su desarrollo, por parte de un colectivo interesado en incrementar las variedades de plantas.
La idea es elevarlas en un plazo cercano hasta las 150, gracias al vivero de la instalación que sustenta el empeño.
Las frutas tropicales y exóticas —algunas incluso en peligro de extinción— abundan en este bosque verde de aromáticos olores, poblado de chirimoyas, anones, melocotones, guayabas, peras, cacao, plátanos, canistel, cereza, nísperos, durazno, cocoteros, caimito, mamey y mangostán, entre muchas otras.
Los trabajadores del lugar afirman que el mangostán del Jardín de El Nicho es el único que se ha logrado en Cuba, pese a intentos precedentes efectuados en Pinar del Río, La Habana y Matanzas. Oriundo del sudeste asiático, el Garcinia Mangostana —tal es su nombre científico— puede alcanzar los 25 metros de altura y su fruto es muy dulce, aseguran.
En la actualidad el equipo del vergel escambradeño introduce el serení, con distintos usos en la esfera alimentaria, y el árbol del pan, nativo de Nueva Guinea e Indonesia.