El propósito es acabar con los problemas de salideros, que tanto perjuicios causan a la eficiencia en el sistema de abasto de la zona en que se realizan los trabajos de reparación
La popular calle Infanta de la capital del país está viviendo una gran transformación por estos días. En el tramo entre la calle Manglar hasta la avenida de Carlos III se lleva a cabo un proyecto de sustitución de viejas conductoras de agua, con 80 años de explotación, por nuevas de polietileno de alta densidad.
En diálogo con este diario el ingeniero Humberto González, subdirector de la Constructora hidráulica de Aguas de La Habana, explicó que era necesaria esta sustitución porque las tuberías estaban ya demasiado deterioradas.
Ahora se acabarán los problemas de salideros de las conductoras, que tanto perjuicio causan a la eficiencia en el sistema de abasto de esta zona.
El 85 por ciento de los materiales que se están usando en la obra son producidos en Cuba, y ejemplo de ello son las tuberías de polietileno de alta densidad, por lo que la obra está valorada en unos 400 000 pesos, moneda nacional, según informó el ingeniero Pablo Valdés Mestre, jefe del Departamento de control de inversiones.
Las tuberías que se están sustituyendo son de la conductora de 315 milímetros, el conducto de 160 milímetros, y se acomete la construcción de un conducto nuevo de 110 milímetros. Esta instalación permitirá abastecer de agua a unas 10 000 personas a ambos lados de la avenida y con ello aumentará la presión del líquido.
Esta es la primera de tres etapas que en los próximos meses abarcará el tramo desde Carlos III hasta el Malecón habanero.