El pasado año el sistema nacional de agricultura urbana produjo más de 1 400 000 toneladas de hortalizas y condimentos frescos, movimiento que desde su fundación, en 1997, ha ido creciendo paulatinamente en organización y eficiencia.
La Mesa Redonda Informativa de este martes contó con la presencia de María del Carmen Pérez, titular en funciones del sector, quien destacó que la agricultura urbana puede producir más, y tiene potencial para seguir creciendo.
«Sus logros —dijo— sirven de referencia para las nuevas medidas que deben implantarse en la agricultura convencional».
Adolfo Rodríguez Nodals, jefe de dicho movimiento, explicó que este cuenta con 28 subprogramas: 12 agrícolas, siete pecuarios y nueve de apoyo.
«Nuestro principal objetivo es la producción de alimentos, forestales, plantas medicinales y flores, en las ciudades y sus periferias, con un enfoque agroecológico, porque no utilizamos ningún tipo de fertilizante químico ni plaguicida.
«Estamos presentes en todos los municipios del país, y uno de nuestros principales logros es haber cambiado el criterio de consumo de nuestra población, en relación con las hortalizas. Ya la gente come zanahoria, espinaca y otros vegetales que antes sembrábamos y no se vendían. Hoy no damos abasto.
«Entre los beneficios medioambientales podemos citar que no menos de 5 000 basureros no organizados existentes en el país, han sido convertidos en jardines productivos. Otro ejemplo es que en cada provincia hay un jardín botánico de frutales».
El movimiento de agricultura urbana está constituido por organopónicos, huertos intensivos, parcelas, microhuertos familiares y fincas suburbanas, entre otras modalidades de producción. En él están empleadas más de 300 000 personas.
Dos elementos que han sido determinantes para su avance son la capacitación, el sistema de pago a los trabajadores por los resultados finales del trabajo, y la evaluación sistemática; esta última se lleva a cabo cada tres meses por la dirección nacional del sistema.
También el Ministerio del Azúcar se ha incorporado a este movimiento y, según se informó en el espacio televisivo, se proyectan nuevas inversiones en el sector. Cuando estas concluyan, el país contará en total con más de 10 000 hectáreas para la producción intensiva de hortalizas.
Adolfo Rodríguez expresó su inconformidad por el tema de los precios y la disponibilidad de productos en los mercados.
«Nuestra meta —dijo— es que cada cubano consuma diariamente 400 gramos de vegetales y frutas. Hay municipios que están cerca, pero todavía tienen un declive en la época de verano.
«Hay otras dificultades. Tenemos más de 11 000 puntos de venta, sin embargo, no alcanzan las pesas. Y está el problema de los precios y la comercialización, que se sale del marco de la agricultura urbana; es un tema de la economía del país».
En ese sentido, la Ministra en funciones reconoció que junto con esos problemas están también la insuficiencia de fincas de semillas para abastecer el sector, así como de fuentes de abono orgánico, lo cual limita la producción de este importante producto.
«En mi opinión —dijo Adolfo Rodríguez— hay que seguir construyendo organopónicos y huertos intensivos, y hay que producir más. Independientemente de las dificultades con la comercialización, todavía no producimos lo que necesitamos».